Pan y circo

26-07-2024
Política
Ojalá, República Dominicana
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¡Sube el telón! Así comienza la obra de transparencia y justicia, palabras de moda que el Gobierno dominicano usa mostrando una habilidad insuperable para mantener al pueblo distraído.

El verdadero talento del PRM se remonta a la antigua Roma y a la dominicanización de la estrategia “pan y circo” (panem et circenses, en latín), frase atribuida al poeta Decimus Junius Juvenalis, que describía cómo los gobernantes romanos empleaban el método de ofrecer comida y entretenimiento a la plebe para mantenerlos distraídos y al margen de la política, la corrupción y la degradación moral de la sociedad romana.

Con la refundación de la República, en agosto de 2020, se ha normalizado el desfile de los señalados no procesados, de quienes deseducan la educación, asesinan la salud, caotizan las leyes y deterioran los servicios, para luego repartir el botín en medio de festejos.
¡Todo por el bien de la nación!

Cada perversión promovida por el Gobierno del Cambio crea un estupendo espectáculo que desvía la atención de la gente, disociándola de lo realmente importante y manteniéndola inmersa en la banalidad, como la juramentación del presidente en el Teatro Nacional.

A la orden del día está la entrega de placas al mejor desempeño, la apuesta al olvido y la absolución por parte de la señora que subsana la codicia de funcionarios del PRM, perjudicando a una clase para beneficiar a otra en sus evaluaciones poco transparentes.

El circo de la descomposición dominicana y el arte de la corrupción es motivo de júbilo y deleite, porque, mientras las arcas quedan vacías y se desvanecen derechos, el pueblo aplaude su propia desgracia, incentivado por un entretenimiento envenenado que lo distrae de la evidente miseria.