No se diga más
Como si no bastara con la privatización de la política y de procurar convertir a los partidos en marcas blancas, recientemente, una “Sentencia del Tribunal Constitucional abre camino a candidatos al margen de los partidos”. (Diario Libre, https://www.diariolibre.com/amp/politica/general/2024/12/17/sentencia-del-tc-abre-camino-a-candidatos-al-margen-de-partidos/2943205)
De los creadores, accionistas y herederos de justicia independiente, periodismo independiente, observador independiente, economista independiente, encuestadora independiente, ONG independiente y pecador independiente, pronto tendremos candidato independiente. ¡No faltaba más!
¿Desafío o agresión a los partidos políticos? ¿Desde dónde vienen los disparos, quiénes patrocinaron la sentencia?, preguntó el abogado amante de los spaghetti westerns.
El guión o relato es de plantilla conocida y ahí le va enseguida: La libertad y la independencia, valores sagrados de la democracia, se erigen para garantizar la participación de los ciudadanos ante el fastidio de partidos secuestrados por una dirigencia insolente, desconectada, desobediente, poco transparente. (¡Imperdonable! estuve a poco de olvidar la transparencia😂).
Tendremos candidatos a la carta, de ocasión, desechables (útiles no para ganar, sino para disminuir al real adversario), precandidatos renunciantes, molestos con la dirección partidaria por haber perdido unas primarias, candidatos independientes recién salidos de los consejos de administración de empresas, candidatos independientes financiados desde paraísos fiscales, candidatos independientes de Tiktok como en Colombia y Rumanía.
Lejos de ofrecer mayores certezas, mayores garantías, mayor institucionalidad, la temeraria disposición del Tribunal Constitucional favorece la informalidad, facilita aún más la privatización de la política, provoca mayor desorden e ingobernabilidad del ecosistema político.
Imagine usted nada más, y dígame cuál sería su reacción, si a un fulano, llamémosle “independiente”, se le permita concurrir a una licitación, con una empresa de carpeta, sin registro sanitario, sin domicilio ni arraigo conocido, sin registro de proveedor, sin descargo DGII y cuyo único antecedente como suplidor para almuerzo escolar sea haber estado vendiendo bofe, salami, guineítos y fritos en una esquina, ¿qué diría Compras y Contrataciones?😂
La boutade del TC obliga a recordar aquella memorable frase de Mario Benedetti: “Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas”.
No se diga más.