El Gobierno de Abinader ha destrozado el sistema eléctrico para beneficiar al “cártel energético”, como algunos le llaman, una poderosa organización dedicada a vender servicios de apagones a precios exorbitantes. Es como comprar en VillaCon y pagar precios de la Quinta Avenida en New York.

¿Qué tan poderosa es esta mafia?

Pues, tuvo la osadía de enfrentarse al presidente Danilo Medina y demonizar a Punta Catalina, porque el mandatario, con valentía, asumió la construcción de la termoeléctrica para iluminar el país, erradicar los apagones y poner fin a las tarifas abusivas que ponían en aprietos a los consumidores.

Los apagones en nuestro país desafían por completo la teoría de la “oferta y demanda”, porque, a pesar de su abundancia, cada mes son más caros. Mientras, las Edes culpan al calor, y si reclamas, es improcedente la reclamación.

Esta red mafiosa merece un monumento a la eficiencia por lograr que retrocediéramos 20 años, trayendo de vuelta la celebración cuando llega la luz y la insoportable ópera de mosquitos zumbando en nuestros oídos.

Es hora de poner fin al robo de las Edes y arrancar de raíz todo lo malo que representa el PRM. En el Gobierno del Cambio la corrupción es la norma y la transparencia, excepción.