El PLD y su IX Congreso: hacia la transformación partidaria
El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) se encuentra inmerso en la realización de su IX Congreso Ordinario José Joaquín Bidó Medina.
El IX Congreso Ordinario tiene la particularidad de que se realiza con un PLD regresando a la oposición.
Luego de 16 años de Gobierno consecutivos y de la división partidaria, se hace necesario que el PLD aproveche este espacio para autoevaluarse y reconectarse con la sociedad dominicana actual.
Además, es el banderazo de salida de un PLD que hace la transición de un partido de masas para transformarse en un partido de los nuevos tiempos.
Tres grandes aspectos caracterizarían esta transformación. El primero es la apertura de posiciones internas nuevas para la dirigencia media y de base.
Para nadie es un secreto que, desde la celebración del VI Congreso Profesor Juan Bosch en 2001, el PLD no ha sometido a escrutinio a sus estructuras internas salvo algunas excepciones como hizo con el Comité Central en 2005.
Esto provocó que varias generaciones de peledeístas tuvieran pocas oportunidades de ascenso dentro de la estructura partidaria.
En esta situación se encontraban miles de dirigentes de base y medios que estaban permanentemente haciendo el trabajo de carpintería política para lograr triunfo tras triunfo en las mesas y recintos electorales de cada comunidad. Esto cambiará con el IX Congreso Ordinario José Joaquín Bidó Medina.
Con la salida de dirigentes hacia otras fuerzas políticas se abren espacios que serán aprovechados por dirigentes que estaban en el círculo de espera aguardando por su oportunidad y que tienen tanto o más mérito político que aquéllos a quienes estarían sustituyendo.
Asimismo, se crean nuevos espacios de liderazgo de gran relevancia para cientos de peledeístas con la formación de nuevos Comités de Base anunciada por la Secretaría de Organización, la multiplicación de Comités Intermedios, la ampliación del Comité Central y la reestructuración orgánica de las Seccionales del Exterior.
Esto constituirá una merecida promoción política para esos dirigentes peledeístas que buscaban los votos morados hasta debajo de las piedras en cada proceso electoral y que lograban triunfos para los candidatos del PLD en sus zonas de responsabilidad política.
Como se observa, se estaría produciendo el ascenso político de numerosos dirigentes, fundamentalmente jóvenes, al tiempo que se conservan los espacios y la experiencia de dirigentes con más tiempo de militancia partidaria.
La segunda característica es que el PLD estaría realizando una oposición constructiva. Dada su salida del poder, el partido pasó a encabezar la oposición política dominicana.
Esta oposición debe realizarse de manera constructiva, es decir, que agregue valor a la ciudadanía.
La oposición que se le realizó a los Gobiernos del PLD y especialmente al presidente Danilo Medina fue sin tregua y despiadada.
Diariamente se difundían noticias, muchas de ellas tergiversadas o falsas, que solo buscaban disminuir la popularidad del mandatario y de la organización, lo que afectó al PLD, pero provocó una gran desconfianza de la ciudadanía en el sistema de partidos, en la democracia y en los proyectos de desarrollo implementados desde el sector público.
El PLD que saldrá del IX Congreso no puede cometer esos errores. La sociedad dominicana actual demanda que sus líderes sean maduros y realicen propuestas constructivas de desarrollo.
Especialmente, los ciudadanos desean ver un partido que escuche con humildad lo que esa misma sociedad le plantea.
Hay que entender qué pide la sociedad de hoy, cuáles son las demandas de cada comunidad y qué es lo que le interesa al dominicano.
En vista de esto, la oposición política que encabece el PLD debe basarse en datos, realizarse con altura, ser encabezada por rostros nuevos y ser constructiva y objetiva en el sentido de que no se puede caer en extremismos ni en críticas estériles.
El tercer punto que caracterizaría la transformación del PLD es que se fortalecerá la institucionalidad partidaria.
Robustecer la formación política para la militancia partidaria, permitir la entrada de decenas de miles de jóvenes al partido, fomentar las reuniones periódicas de los organismos, revalidar su compromiso con la transparencia y la ética son algunas de las acciones que estará tomando el PLD a partir de su IX Congreso Ordinario.
De este modo, el partido pasaría de ser una maquinaria electoral, que solo se movilizaba para competir en procesos electorales, a ser una estructura político-electoral.
Es decir, el PLD se convertirá en una organización que realizará un trabajo político para escuchar y canalizar las demandas de la ciudadanía, ampliar su base de apoyo social, orientar permanentemente y recibir retroalimentación de su militancia y posteriormente triunfar en el próximo certamen electoral.
Todo lo mencionado previamente, es decir, abrir nuevos espacios internos de liderazgo político, realizar oposición constructiva, y fortalecer la institucionalidad partidaria, ha renovado las esperanzas de las bases y la juventud del partido.
Así lo atestiguan la realización de cientos de reuniones de Comités Intermedio y el uso de herramientas tecnológicas, como Hola PLD, que ha permitido la participación entusiasta de la militancia en la toma de decisiones.
En estos momentos se observa un partido fuerte, vibrante, dinámico, y con ganas de reflexionar sobre sus desaciertos del pasado y corregirlos.
En definitiva, el PLD marcha firme y decidido a salir fortalecido de su IX Congreso para realizar la oposición constructiva que desea la sociedad y retornar al Gobierno.