El alcalde farandulero de Santo Domingo Este, conocido por pasar los días buscando protagonismo en las redes sociales, parece haber olvidado a cientos, y posiblemente miles, de ex empleados a quienes despidió en los primeros meses de su gestión.

Mientras se dedica a promocionar su imagen mediante el uso de grandes sumas de dinero en publicidad, tanto en los medios del Distrito Nacional como en plataforma de redes sociales y bots, mientras los ex trabajadores se ven abandonados a su suerte, sin recibir las prestaciones laborales a las que tienen derecho.

Los ex empleados, indignados, observan cómo el alcalde aumenta los impuestos de manera unilateral y crea nuevas tasas, mientras destina esos recursos a su propia imagen. Todo esto, mientras ellos enfrentan penurias económicas, ya que de manera indiferente, cruel y hasta maligna, se les niega el pago de sus derechos laborales.

Este sábado, un grupo de ex empleados se reunirá en una plaza pública de Santo Domingo Este para evaluar las acciones que emprenderán contra el alcalde, a quien acusan de populista. Astacio quien en un acto de oportunismo bochornoso prometió cambiar el nombre de la calle Francisco del Rosario Sánchez (antes calle 5) por el de la abuela de un rapero es el mismo alcalde que mantiene a ex servidores público en zozobra y agonía.

La mayoría de los ex empleados, afiliados al PRM, lamentan que en las sesiones del concejo de regidores se discutan transferencias millonarias sin que nunca se mencionen los fondos necesarios para el pago de las prestaciones de quienes fueron despedidos sin piedad, sin considerar la suerte de sus familias.

Recientemente, fue despedida una empleada que padecía cáncer, a pesar de sus graves complicaciones de salud, quien, aún en esas circunstancias, cumplía con sus funciones de manera eficiente, dicha acción fue considerada por algunos empleados como diabólica y maligna por parte del inquilino del cuarto piso.

Mientras el alcalde Dío Astacio se dedica a aumentar su visibilidad en redes sociales para un posible proyecto presidencial y a utilizar millones de pesos de los contribuyentes en publicidad, los ex empleados, que enfrentan situaciones críticas, esperan ansiosos el pago de sus prestaciones laborales, que el alcalde sigue negándoles de manera perversa y maligna.