Con dinero o con dolor
Este título podría sonar como una de esas frases cohete que se lanzan para impresionar, algo al estilo de ‘Plata o plomo’ en las novelas de narcos. Sin embargo, esta expresión refleja las dos únicas maneras de pagar por los errores, encajando a la perfección en la política, el trabajo, el amor e incluso, en la amistad.
El dinero simboliza el peso de la situación económica que vivimos, y el dolor, lo sentimos cuando el sistema de salud y escolar se tambalean, cuando los apagones nos devuelven a los años 90, y los servicios básicos son un lujo.
En 2020 el pueblo cometió el error de votar en contra de sí mismo, por ignorancia o digamos que por “optimismo”, y los dominicanos y dominicanas decidieron entregarle las riendas del país al PRM, convencidos de que todo cambiaría para mejor. El resultado no se hizo esperar: el primer cuatrienio de Abinader fue una lección llena de dolor y con intereses incluidos.
Ahora bien, en 2024, ya no fue un error inocente; fue una mala decisión en toda regla. El PLD hizo su trabajo y advirtió lo que venía, pero el pueblo, deslumbrado por unos centavos, volvió a creer en el Cambio.
La vida sigue, y el PLD debe permanecer junto al pueblo, para que en 2028 recupere el Gobierno y la felicidad porque el PRM no lo volverá a engañar.