Cacerolazos derrotan publicidad
Las cacerolas, que durante cinco días consecutivos ofrecieron un contundente concierto en defensa del bolsillo del pueblo, retumbaron tan fuerte en Palacio que obligaron al presidente Abinader a retroceder.
El Gobierno del Cambio tiene al pueblo mareado, confiando en que siempre le funcionarán sus apabullantes 10,000 millones en publicidad para distorsionar la realidad.
Las dominicanas y los dominicanos están disgustados y hartos de financiar la ridícula ineficiencia del gobierno perremeísta, que solo busca cargar a los desamparados, culpar al pasado y usar el recule como aliado, bajo la máscara de un presidente que “escucha a la gente”.
Múltiples factores influyeron para que el descontento escalara el conflicto, y esos cinco días de cacerolazos llegaran personificados a las vistas públicas, dejando claro a los camaleones perremeístas que el Caracazo de 1989 en Venezuela podría replicarse como el “Dominicanazo” en nuestro país, si el martillo parlamentario de Pacheco golpeaba aprobando ese adefesio fiscal.
Vencieron las cacerolas a la publicidad estatal; venció el pueblo al Gobierno de Abinader y a su reforma fiscal.