Anestesia constitucional
El presidente Luis Abinader se ha convertido en un astuto cirujano político, especializado en extirpar cualquier política pública que el pueblo pueda disfrutar.
Como en toda cirugía, se requiere anestesia, y el PRM tiene vasta experiencia administrando generosas dosis del pastel publicitario, para que los medios de comunicación pierdan sensibilidad, y así, con bisturí en mano, eliminar todo lo que no favorece al autoproclamado Gobierno del Cambio.
Esta no es una intervención cualquiera; se necesita anestesia general y un equipo de expertos en el arte de engañar. Al igual que el ratón que sopla antes de morder, el cambio adormece con promesas de eliminar curules, botar la llave luego de poner candado a la reelección, fusionar instituciones, «independizar» el Ministerio Público, y donar el salario presidencial, para engañarte con su falsa y mediocre generosidad.
Con sumas millonarias en publicidad, como de costumbre, el PRM intentará penetrar en tu conciencia para que aceptes dócilmente el «esfuerzo que hacen por mejorar el gasto», como si el arrendatario de Palacio no fuera responsable de manejar los recursos del Estado como en un colmado.
La Asamblea Nacional está lista para la operación de modificar la Constitución. Esto servirá de comodín para la reforma fiscal, que exprimirá el bolsillo a la población. Para esto, necesitan convencer un nuevo anestesiólogo, preferiblemente de la oposición y que esté de acuerdo con “las buenas intenciones” de modificar la Constitución por el bien de la nación.
El PLD debe asumir su rol de acompañar al pueblo a hacer una férrea oposición y defender los intereses de la población. De lo contrario, el cirujano del cambio seguirá dispendiando el dinero recaudado de las dominicanas y dominicanos.