Abel: Veni, vidi, vici

09-04-2024
Política
Ojalá, República Dominicana
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Convocado por la Asociación de Industrias Dominicana (AIRD) para exponer su visión de desarrollo respecto a ese sector en el país, Abel Martínez no solo habló, sino que convenció e impresionó a los presentes.

El escenario, el interés y la atención fueron suyos. Más aún: eclipsó la participación de los otros candidatos presidenciales, quienes no pudieron sofocar los aplausos que se vertieron a su favor y que quedaron flotando el salón.

Al hablar de la eliminación de Ley de Anticipo, de impulsar la reducción de los costos de transporte de mercancías, de la reconversión industrial y de la creación de un Fondo de Garantías, así como del compromiso de asumir las propias propuestas de la AIRD, Abel Martínez (del PLD) se consagró como el candidato presidencial con mayor dominio y enfoque de los temas nodales que ocupan y preocupan a los industriales.

“En lo relativo a laLey de Proindustria,pueden estar tranquilos. En calidad de diputado fui parte de las discusiones y de la aprobación de esa ley, por lo que puedo asegurarles: En un Gobierno de Abel Martínez esa ley no se toca, salvo que sea para mejorarla”, expuso sin titubeos ante los titanes de la industria dominicana, cautivos todos de sus propuestas, de sus palabras.

Enarbolando siempre sus raíces, Abel les recordó que es un hombre de Santiago y de palabra. Que lo que dice, lo hace, y lo que promete, lo cumple, tal como lo evidencian 24 años de servicio público.

Fueron a escuchar propuestas y, sin espacio a dudas, con Abel las tuvieron. Asistieron a conocer una visión de Estado en torno a la industria y en Abel encontraron garantías de desarrollo. Acudieron a buscar seguridad y en Abel la hallaron.

No es el primer escenario del que se adueña. Y corre de boca en boca que no será el último. Las sonrisas, la complacencia y el murmullo no se detuvieron nunca. Los demás candidatos, como se ha dicho más arriba (y como se sabe y se comenta en todos los espacios) no pudieron superarlo. Ni empatar las acciones, siquiera.

El siguiente abordó sus temas con aire de letanía. El último, actual presidente de la República, llevó números de carpeta. Asistió a ofrecer cifras con presuntos logros. Es decir, fue a hablar lo que los industriales ya saben, pues manejan ellos sus propios números y conocen la realidad del sector, más allá de fríos dígitos de oficina.

De igual modo, aprovechó el mandatario (¿por qué no?) para hablar de supuestos récords de su Gobierno que poco o nada tienen que ver con la industria. No era lo que esperaban.

La atención se quedó en un Abel Martínez que fue a cantar verdades que necesita el sector, realidades que tiene la industria y propuestas que querían escuchar los industriales.

Veinticinco minutos le bastaron para consagrarse. Al marcharse, tal como Julio César en la Batalla de Zela, tras vencer en pocas horas a Farnaces II, Abel Martínez perfectamente pudo haber dicho: “Veni, vidi, vici”, alocución latina que se traduciría en “Vine, vi y vencí”.