Lula es el líder de la izquierda del siglo XXI

21-12-2021
Política
Rebelión, España
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La izquierda del siglo XXI es, sobre todo, una izquierda antineoliberal, porque el capitalismo ha adoptado este modelo en su actual fase histórica. Resistir al neoliberalismo, combatirlo y buscar alternativas para superarlo son las primeras tareas de la izquierda en el mundo en este siglo.

La izquierda del siglo XX tuvo como referentes fundamentales la Revolución Rusa, los partidos comunistas y los partidos socialdemócratas, pero también la Revolución Cubana y los movimientos guerrilleros latinoamericanos.

La caída del Muro de Berlín, el colapso de la URSS y del campo socialista, así como la asunción por parte del capitalismo del modelo neoliberal, afectaron directamente al campo de la izquierda. Por un lado, como consecuencia del debilitamiento de los partidos comunistas; por otro, la conversión de la socialdemocracia al neoliberalismo. Así, de ese modo, se rompió la histórica alianza entre socialdemócratas y comunistas, que constituyó una de las principales referencias de la izquierda del siglo XX.

Por otro lado, las derrotas de los movimientos guerrilleros prácticamente acabaron con esta corriente de izquierda. El surgimiento de gobiernos antineoliberales proyectó nuevos líderes en la izquierda latinoamericana: Hugo Chávez, Lula, Nestor y Cristina Kirchner, Pepe Mujica, Evo Morales, Rafael Correa, López Obrador.

Lula es quien supo, mejor que nadie, captar la centralidad de la lucha antineoliberal. Su trayectoria de vida y sus experiencias en la lucha por la resistencia al neoliberalismo en Brasil le permitieron hacer un gobierno ejemplar.

Un gobierno que tuvo su centro en las políticas sociales, en las políticas de distribución del ingreso y en la expansión del mercado interno de consumo de masas, apoyado en la reanudación del crecimiento económico que, a su vez, generó más de 20 millones de empleos formales.

Al mismo tiempo, Lula se dio cuenta de cómo este tipo de gobierno se complementa con una política exterior soberana, que privilegia las alianzas regionales desde la perspectiva de los procesos de integración y los intercambios Sur-Sur, en particular con China.

La izquierda en el siglo XXI tiene su epicentro en América Latina. Por ser la región que tuvo más gobiernos neoliberales y en sus modalidades más radicales, fue en América Latina donde surgieron y se concentraron los gobiernos antineoliberales en el mundo y surgieron los más grandes líderes de la izquierda en el siglo XXI.

La lucha anticapitalista, característica de la izquierda, implica la lucha antineoliberal, implica derrotar al neoliberalismo como modelo hegemónico del capitalismo en este período histórico. Por eso la izquierda del siglo XXI es, ante todo, una izquierda antineoliberal.

De todos los líderes latinoamericanos, Lula es el que mejor representa esta dinámica. En el primer gobierno, Lula desmanteló los ejes del modelo neoliberal: la prioridad de los ajustes fiscales, los Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos, la centralidad del mercado, junto con el Estado mínimo.

En Europa, la izquierda se debilitó mucho con el fin de las alianzas históricas entre la socialdemocracia y los partidos comunistas. Surgieron nuevos grupos, pero no pudieron encontrar su lugar, ni en España, ni en Italia, ni en Francia, ni en Alemania. Fue simbólico que Podemos, en España, que surgió como el referente de esa nueva izquierda en Europa, terminó aliándose de forma subordinada al PSOE en el gobierno y su líder, Pablo Iglesias, terminó retirándose de la política.

El referente de izquierda en Europa siguen siendo los partidos socialdemócratas, incluso cuando implementan políticas neoliberales, aunque atenuadas, en comparación con las puestas en práctica por los partidos de derecha.

El destino de la izquierda en el siglo XXI depende de su futuro en América Latina. Cuenta con los gobiernos de México, Argentina y Bolivia. También puede incorporar a Chile, Perú y Colombia. Pero ese destino dependerá, fundamentalmente, de las elecciones brasileñas. Si Lula vuelve a ser presidente de Brasil, América Latina se consolidará como el epicentro de las luchas antineoliberales y la construcción de alternativas al neoliberalismo.