Muere el dibujante Calpurnio Pisón, creador de Cuttlas
El dibujante aragonés Eduardo Pelegrín Martínez de Pisón, conocido en el mundo del cómic como Calpurnio Pisón y por ser el creador de la serie El bueno de Cuttlas, ha fallecido este jueves tras una larga enfermedad.
La vida de Eduardo Pelegrín
El dibujante zaragozano está entre los historietistas más valorados en España, entre otras razones por haber pasado por las mejores revistas de cómic del panorama nacional como El Víbora y el Makoki desde las que logró formar parte de revistas de otros países como Morning (Japón) y Animal (Brasil).
También por ser el creador de El bueno de Cuttlas, un muñeco minimalista de trazos extremadamente simples y estilo naïf con el que Calpurnio relataba las inquietudes y aventuras de un vaquero que, ubicado en la época actual, alterna los duelos a muerte y las historietas de aventuras y acción con sus meditaciones sobre la existencia, las relaciones humanas, la ciencia y el arte.
A lo largo de su trayectoria profesional, también ha sido colaborador en periódicos como Heraldo de Aragón, El País o 20 Minutos.
Proyecto de Clásicos Liberados
Desde la editorial Blackie Books han lamentado en un comunicado el fallecimiento de Calpurnio. Es una «cruel» noticia, han manifestado. Han añadido: «Sabíamos que estaba enfermo, pero nos daba esperanzas su incansable entusiasmo, la fe y la ilusión con las que se sumergía en el nuevo proyecto que habíamos emprendido juntos, la edición de El libro del Tao, de Lao Tsé».
Desde Blackie Books han recordado que es el ilustrador, dentro de su proyecto de Clásicos Liberados, de las obras Odisea y la Ilíada, editorial a la que llegó en 2018, y en la que emprendió estos trabajos gráficos, que han sido «uno de los grandes proyectos de su vida».
Para la Odisea, «durante casi dos años, llevó a cabo un impresionante trabajo de documentación: tenaz como era, llegó a saber más que nadie de ninfas y dioses, de armas y barcos, de héroes y batallas», han relatado.
Por eso, han señalado, «nada en sus aparentemente simplísimos dibujos es casual. Cuando se metió en la Ilíada, ya era una autoridad en el mundo de la antigüedad clásica. Y el trabajo que realizó para este libro es una obra maestra», han ensalzado.