En una histórica subasta realizada en Nueva York, el autorretrato titulado El sueño (La cama) de Frida Kahlo se vendió por la sorprendente cifra de 54.7 millones de dólares, marcando un nuevo hito en el mundo del arte.

Este monto no solo catapultó la obra al estrellato financiero, sino que también estableció un récord: se convirtió en la pintura más cara vendida por una mujer artista en una subasta, superando el récord anterior de Georgia O’Keeffe con su Jimson Weed/White Flower No. 1, que alcanzó 44.4 millones de dólares en 2014.

Este autorretrato de 1940 es una de las pocas obras de Kahlo que ha permanecido en manos privadas fuera de México, un país donde sus pinturas están protegidas como monumentos artísticos, lo que implica que no pueden ser vendidas al extranjero ni destruidas.

La obra ahora se suma a una colección internacional cuyo propietario permanece en el anonimato, pero su elegibilidad para ser comercializada internacionalmente ha despertado un amplio debate en el ámbito cultural.

Algunos críticos se inquietan ante la posibilidad de que la pintura, que no se exhibe desde finales de la década de 1990, desaparezca de la vista pública tras su reciente venta.

La icónica pintura presenta a Kahlo dormida sobre una cama colonial, cubierta con una manta dorada, mientras un esqueleto de tamaño natural parece flotar sobre ella. Sotheby’s ha descrito El sueño (La cama) como una “meditación espectral sobre la porosa frontera entre el sueño y la muerte”, lo que ilustra la complejidad y la dualidad que caracterizan la obra de la artista mexicana.

Frida Kahlo, a pesar de su rechazo a ser considerada surrealista, ha logrado atraer la atención de importantes figuras del movimiento, como André Breton, quien elogió su arte.

En este contexto, El sueño (La cama) resalta por su conexión visceral con la experiencia de vida de la artista, distinguéndose de las obras de contemporáneos como Salvador Dalí y René Magritte, que tienden a explorar paisajes oníricos más abstractos.

El año 2025 ha consagrado a Frida Kahlo, ya que se ha inaugurado un nuevo museo en la Ciudad de México dedicado a su vida y obra. Además, el Instituto de Arte de Chicago ha presentado su trabajo por primera vez, mientras una exposición en Shenzhen marcó su debut en China.

La popularidad de la artista conocida como fridamanía parece estar lejos de disminuir, con dos exposiciones programadas para 2026 en Londres y Estados Unidos.

Es un momento crucial para el legado de Kahlo, cuya singular visión artística sigue resonando en el ámbito cultural y artístico global, asegurando que su influencia perdure a través del tiempo.