Freshpack es una empresa familiar integrada por Rafael Monegro Abréu y Reina María Mena que procesa vegetales con alta tecnología.

Está localizada en el valle de Constanza.

Se creó para proteger la producción, precio y ganancias de la agricultura familiar y de la comunidad.

¿Por qué?

Resulta que los vaivenes de la producción (mucha o poca) intrínsecos a la libertad del mercado y al clima, desestabilizan el mercado y se revierten contra la producción y el consumo, a menos que exista y actúe eficientemente una empresa que mitigue esas turbulencias.

En el mercado agrícola de Constanza, esa empresa es Freshpack. 

¿Cómo opera? ¿Cuál es el impacto e importancia de Freshpack?

Además de sembrar y cosechar aplicando tecnología holandesa y japonesa que optimiza la fertilización, racionaliza la aplicación de pesticidas y reduce averías en la cosecha, Freshpack acompaña y compra a la Red Agrícola integrada por 56 agricultores y también a otros.

De trascendental importancia, es que la empresa de la familia Monegro Mena programa la siembra y la cosecha con la Red Agrícola por zona, de acuerdo al clima y a la demanda del mercado. Estas zonas son: Tireo, La Culata, El Valle y El Convento.

La meta es que la Red Agrícola pase de 56 a 120 empresas.

Freshpack procesa más del 60 % de la producción de vegetales de Constanza. Es decir, higieniza y empaca: papa, zanahoria, brocoli, lechuga, apio, ajo y cebolla.

Conserva, gracias a sus plantas de secado, los productos agrícolas y los despacha según la demanda. Con el secado, por ejemplo, la cebolla puede durar hasta 6 meses luego de ser cosechada.

Distribuye diario vegetales de óptima calidad a todas las cadenas de supermercados de nuestro país.

Freshpack exporta a hoteles en República Dominicana (exportación sin flete) e inició envíos a Rusia de papas y pronto lo hará de brocoli.

Al estimular la producción y lograr una mayor productividad de la tierra, con el acoplamiento con las plantas de secado, Freshpack hace posible la autosuficiencia y contribuye a reducir las importaciones.

Como resultado de los procesos antes mencionados, el agricultor resulta protegido y evita pérdidas, ahorrándole al Estado dominicano tener que subsidiar la comercialización de ajo, papa y cebolla, como ocurría históricamente en el valle de Constanza.