Xi Jinping pide paciencia en su camino hacia «la modernización al estilo chino»
El presidente chino, Xi Jinping, llama a tener paciencia mientras su Gobierno impulsa la economía nacional, que sigue una senda de desarrollo diferente a la de los países occidentales, cada vez más afectados por problemas debido a su «materialismo» y «pobreza espiritual».
«Debemos mantener una paciencia histórica e insistir en lograr un progreso constante, paso a paso», dijo Xi el pasado febrero en un discurso ante miembros del Partido Comunista que ha sido publicado este martes en la influyente revista oficial Qiushi, horas después de que Pekín diera a conocer unos datos económicos mensuales decepcionantes.
El diario South China Morning Post recuerda que esta revista del partido suele difundir los discursos internos de los líderes meses después de que hayan sido pronunciados.
La publicación trasciende después de que el Buró Nacional de Estadística (BNE) de China presentara su informe sobre los indicadores económicos del país asiático del pasado mes de julio, que reflejan una recuperación, aunque también una demanda interna insuficiente.
El pasado mes de junio, la tasa de paro juvenil alcanzó un récord del 21 %, después de lo cual se reportó que Pekín no publicará la información sobre su tasa de desempleo juvenil por cuestiones relacionadas con la metodología estadística «en un intento de evitar una excesiva volatilidad del mercado».
En cualquier caso, el líder chino sostiene que la población de China, más de 1.400 millones de personas, ha entrado en un proceso de «modernización al estilo chino» que logrará construir un país fuerte, lo que cambiará en gran medida el panorama mundial.
Los «crímenes» del desarrollo occidental
Xi destaca que la prosperidad común y la paz son pilares de su enfoque, lo que difiere de «la modernización de los países occidentales» que —recalcó— «está plagada de crímenes sangrientos como la guerra, la trata de esclavos, la colonización y el saqueo, que han causado grandes sufrimientos a los países en desarrollo».
Asimismo, recordó en su discurso que la nación china ha experimentado la trágica historia de agresión y humillación por parte de las potencias occidentales, conoce el valor de la paz y se compromete a no repetir el viejo camino de Occidente.
«Los países occidentales tienen cada vez más problemas», dijo el mandatario, argumentando que no pueden frenar su «naturaleza codiciosa», «materialismo» y «pobreza espiritual».
«Bomba de tiempo»
Por su parte, el presidente de EE.UU., Joe Biden, declaró el pasado viernes que China atraviesa varios problemas económicos y que, por todo ello, representa «una bomba de tiempo en muchos casos».
Biden indicó que el crecimiento económico del país asiático se había desacelerado. Sin embargo, algunos medios indicaron después que el mandatario describió erróneamente el índice de crecimiento de China y que proporcionó datos falsos al asegurar que el gigante asiático se encuentra «en una posición en la que el número de personas en edad de jubilación es mayor que el número de personas en edad laboral».