El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado este miércoles que el Ejecutivo ha alcanzado un acuerdo con los agentes sociales en materia de pensiones, según ha avanzado en una comparecencia ante los medios de comunicación para hacer balance del curso político antes del parón de agosto.

El Gobierno de coalición ha alcanzado este miércoles el cuarto acuerdo de pensiones con la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), Comisiones Obreras (CCOO) y Unión General de Trabajadores (UGT).

El acuerdo, ha detallado, permitirá mejorar la compatibilidad de la pensión con el trabajo para «garantizar el tránsito hacia una jubilación flexible y adaptada a cada una de las personas».

Además, permitirá aprovechar mejor los recursos de las mutuas y regulará el acceso a la jubilación de las profesiones «especialmente duras, peligrosas y expuestas a riesgos», ha añadido.

«Creo que es un acuerdo muy positivo, un nuevo acuerdo con los agentes sociales que refuerza nuestro sistema público de pensiones y lo hace más justo para millones de trabajadores y de pensionistas», ha enfatizado el jefe del Ejecutivo.

Según el acuerdo alcanzado por el Gobierno y los sindicatos, los porcentajes de la pensión que se podrán recibir mientras se continúa trabajando serán los siguientes: un 45% de la pensión con un año de demora, un 55% con dos años de demora, un 65% con tres años de demora, un 80% con cuatro años de demora y el 100% con cinco años de demora.

Desde hace meses, la mesa de pensiones ha estado discutiendo temas como la reforma de la jubilación parcial, la compatibilidad entre pensión y trabajo, la colaboración de las mutuas con la Seguridad Social en las bajas derivadas de lesiones traumatológicas o el establecimiento de los coeficientes reductores en actividades penosas para el anticipo de la jubilación.

La CEOE ratifica el acuerdo que mejorará la jubilación activa

Por su parte, el Comité Ejecutivo de la CEOE ha avalado este miércoles el acuerdo alcanzado entre el Gobierno y los agentes sociales en materia de pensiones, según han confirmado fuentes de la patronal.

Con esta reforma, los principales cambios previstos se centran en varios aspectos clave: la jubilación parcial, la posibilidad de compatibilizar la pensión con el trabajo, la implementación de un nuevo sistema de coeficientes que permita adelantar la jubilación sin reducciones en la pensión para trabajos considerados penosos o peligrosos (con la intención de incluir a los conductores profesionales según los sindicatos), y la cooperación entre la Seguridad Social y las mutuas en casos de bajas por lesiones traumatológicas.

El consenso sobre la reforma de la jubilación ha sido un proceso complejo. Recientemente, el Gobierno acordó permitir la jubilación parcial adelantada sin aumentar los años de cotización requeridos.

Ahora, el anticipo para acogerse a la jubilación parcial se extiende de dos a tres años antes de la edad de jubilación ordinaria, según las cotizaciones del trabajador. En el primer año, la reducción será entre el 20% y el 33%, mejorando así en un año el período de anticipo.

En el sector de la industria manufacturera, se han optimizado las condiciones laborales tanto para los relevistas como para los pensionistas.

A petición de CCOO, estos contratos serán indefinidos a tiempo completo, y se permitirá acordar la concentración de la jornada laboral para quienes accedan a la jubilación parcial. Esta medida, fuertemente solicitada por los sindicatos, permitirá a los trabajadores jubilarse de manera definitiva más temprano.

Según CCOO, el acuerdo finaliza la reforma de pensiones iniciada en 2021, mejorando la legislación del modelo de jubilación gradual y flexible.

Este acuerdo amplía los derechos relacionados con la jubilación parcial y establece un nuevo reglamento para la jubilación anticipada en trabajos penosos, además de nuevos incentivos para la compatibilidad entre trabajo y pensión.

Por su parte, UGT ha destacado que el acuerdo incrementa los incentivos para la jubilación demorada, haciéndolos compatibles con la jubilación activa. Además, elimina la necesidad de tener una carrera completa de cotización y mejora los porcentajes de pensión que pueden ser compatibles con el trabajo.