La ministra de Defensa del Gobierno de Javier Milei en Argentina, Patricia Bullrich, es la responsable de compras por más de 12 millones de dólares en armamento y municiones para las fuerzas represivas del país austral.

Las resoluciones resaltan que se trata de una contratación directa, sin necesidad de pasar por los mecanismos de contralor técnico de precios establecidos para las compras de esta magnitud en organismos públicos.

De acuerdo a medios de prensa locales, el saltarse la norma estaría justificado por lo que se presenta como una «contratación directa encuadrada en razones de emergencia».

No obstante, al no existir formalmente ninguna emergencia en seguridad alguna declarada en el país austral, porque fue parte de los artículos rechazados de la Ley Bases, se apela a la mención del «comité de crisis» que se formó en marzo pasado en una provincia tras un asesinato.

De acuerdo a medios locales de prensa, el armamento es el de uso corriente de las fuerzas, y en el caso de las escopetas calibre 12, son las que se usan fundamentalmente para cargar balas de goma en los operativos de represión, aunque también pueden usarse con balas de plomo.

La compra se produce en un contexto en el cual más de la mitad de los argentinos permanecen por debajo del índice de pobreza y las organizaciones sociales han denunciado que el Gobierno de Javier Milei no invierte en alimentos y ni siquiera puede repartir los que tiene guardados.

Según medios locales, sumadas las compras de toda la administración anterior, de Alberto Fernández, en los cuatro años, incluidos los gastos en dólares como la reparación de helicópteros, el total no alcanza esta suma.