Exxon, la mayor petrolera de EEUU, amenaza con abandonar Europa por el impuesto a las grandes empresas
Exxon Mobil, la mayor petrolera de Estados Unidos, amenaza con abandonar Europa debido a las nuevas políticas fiscales que gravarán los beneficios extraordinarios de las grandes empresas energéticas. Ha sido Darren Woods, presidente ejecutivo de la compañía, quien ha anunciado la decisión en una intervención en la CERAWeek Conference, en la que ha acusado a Bruselas de impedir con las nuevas tasas que haya inversión en energías renovables.
«Damos un paso atrás y reevaluamos lo que estamos haciendo en Europa», ha dicho el ejecutivo, para pedir una política fiscal más permisiva como la estadounidense: «Inclinada más hacia el lado correcto para hacer crecer nuestro negocio y abordar las emisiones de CO2». Para Woods, el encontronazo de su empresa con Europa se describe como «zanahorias contra palos».
Exxon considera que los nuevos impuestos europeos sobre los beneficios extraordinarios les impiden disponer de capital suficiente para invertir en la transición energética y, por ende, cumplir con los planes de descarbonización de Europa. «Los gobiernos tienen un papel muy importante en la transición energética, pero deben incentivar el desarrollo de nuevas tecnologías sin comprometer el suministro de petróleo que satisface la demanda mundial», valoró.
Exxon tiene una importante presencia en Europa, es una de las mayores petroquímicas que opera en el viejo continente y dispone de instalaciones y refinerías en 14 países, además de una inversión acumulada que asciende, según la empresa, a los 20.000 millones de euros.
Las palabras de Woods, pese a todo, no pillan por sorpresa a los dirigentes europeos. En el mes de febrero, el vicepresidente de Asuntos Públicos y Gubernamentales de ExxonMobil en Europa, Nikolaas Baeckelmans, publicó una carta abierta para mostrar su rechazo a los nuevos impuestos extraordinarios europeos y exponer los riesgos que podrían suponer para sus inversiones en el viejo continente.
La empresa que ocultó su impacto en el cambio climático
Además de ser un mastodonte económico, Exxon es uno de los grandes emisores de CO2 del planeta y uno de las empresas que más ha contribuido a la crisis climática. De hecho, la petrolera ocultó durante décadas que sus actividades estaban calentando el planeta.
Una publicación de la revista Science del pasado mes de enero revelaba que la empresa modeló entre 1977 y 2003 las proyecciones climáticas de los combustibles fósiles sin dar a conocerlos al público. La compañía realizó decenas de informes y distribuyó numerosos documentos internos que acreditaban que sus negocios estaban acelerando el calentamiento del planeta.