EEUU y China lavan las ganancias de mexicanos que trafican fentanilo
Washington y Nueva York. Las organizaciones mexicanas de narcotráfico están lavando los ingresos de las exportaciones ilícitas de fentanilo a Estados Unidos a través de una compleja telaraña de transacciones que involucra a operadores en este país y China, y comercio real entre China y México, según expertos sobre lavado de dinero en Estados Unidos.
La lucha antinarcóticos siempre ha incluido, según las autoridades, el combate al lavado de enormes montos de dinero generados por ese comercio ilícito. El mes pasado, al presentar cargos criminales formales contra traficantes ligados al cártel de Sinaloa y los hijos de Joaquín Guzmán Loera conocidos como Los Chapitos, el gobierno estadounidense incluyó la acusación de que “lavadores de dinero asociados con el cártel repatrian clandestinamente ganancias de venta de fentanilo en Estados Unidos en efectivo, en bienes y a través de criptomonedas no detectables, permitiendo a Los Chapitos y sus conspiradores cosechar las ganancias masivas de su inundación de Estados Unidos con fentanilo”.
Sin embargo, un informe reciente del gobierno federal emitido por la Comisión sobre el Combate del Tráfico de Opioides Sintéticos concluyó que, hasta la fecha, los esfuerzos antilavado de dinero de Estados Unidos no han reducido de manera sustancial los mercados de droga ilícita.
Nuevas formas de blanqueo
Parte del problema es que los cárteles han desarrollado nuevas maneras para retornar sus ganancias a México. Hace años se reportaban enormes montos de dólares en efectivo guardados en compartimientos secretos de todo tipo para trasladarlos a México. Aunque siguen esas operaciones, el dinero ahora se traslada de otras formas, indicó Peter Reuter, profesor distinguido de la Universidad de Maryland y reconocido experto sobre el mercado de drogas ilícitas y el blanqueo de dinero.
Lavadores de dinero basados en China ahora dominan este comercio ilícito de fondos como resultado, en parte, de la política anunciada por los chinos hace unos años, limitando al equivalente de 50 mil dólares el dinero que los ciudadanos podían enviar al extranjero desde su país anualmente.
“Ahora tenemos a chinos que quieren buscar cómo sacar dinero de China y a narcotraficantes mexicanos que quieren buscar cómo regresar sus dólares de Estados Unidos a México”, explicó Reuter en entrevista con La Jornada.
Para ilustrar cómo funciona, Reuter ofreció como ejemplo a un narcotraficante que desea sacar un millón de dólares de Estados Unidos. Éste entrega ese dinero a un lavador de dinero chino en Estados Unidos, ese lavador cobra una comisión y deposita esos dólares en una cuenta de banco en Estados Unidos que pertenece a un ciudadano chino que vive en su país. Éste usa un monto equivalente en renminbi (moneda china) para comprar bienes legales para exportar a México –y México tiene aproximadamente 80 mil millones en comercio con China cada año–, entonces hay muchas opciones. Estos bienes son transportados a México, vendidos ahí y los ingresos se entregan a una organización de narcotráfico mexicana, la misma que otorgó el monto inicial de dólares en Estados Unidos.
Las autoridades estadunidenses consideran que los chinos ahora son los principales lavadores de fondos en este mercado ilícito, y porque este es un proceso que beneficia tanto a chinos ricos como a narcotraficantes mexicanos, las comisiones cobradas por los ciudadanos del país asiático son más bajas que las anteriores en el tráfico de droga. Más aún, el proceso es muy difícil de detectar porque los dólares no salen de Estados Unidos en estas transacciones.
Otro reto al combatir el fentanilo con el ataque a los procesos de lavado de dinero es que gran parte de los ingresos generados de la venta se quedan en Estados Unidos como ganancias de organizaciones criminales estadunidenses.
Como reportó previamente La Jornada, la comisión federal enfocada en esta droga calcula que los cárteles mexicanos ganan aproximadamente mil millones de dólares por ventas de fentanilo, monto enorme, pero relativamente poco comparado con el mercado estadunidense de todas las drogas ilícitas con un valor calculado en 100 mil millones de dólares al año.
Aunque mil millones en ingresos podría parecer pequeño comparado con el total de 100 mil millones, la comisión federal señala que las ganancias del fentanilo son sustanciales para todos los participantes en este mercado ilícito.
En un artículo publicado en Scientific American, Reuter y un colega calculan que los traficantes internacionales “pueden elaborar o comprar fentanilo en México por aproximadamente 10 mil dólares el kilogramo”, lo cual es como 0.01 por miligramo. Hay unos 2.5 miligramos de fentanilo en cada pastilla que elaboran los traficantes, lo cual implica que el precio total es de entre 2 y 3 centavos de dólar estadunidense por una pastilla que se vende por entre cinco y 10 dólares en las calles de Estados Unidos.
Reuter expuso que aun si los costos de producción se elevan a 100 mil dólares por kilo, el precio de fabricación de cada pastilla por los traficantes mexicanos sería sólo de entre 0.20 y 0.25 centavos por pastilla.
Cálculos del ingreso total de los cárteles mexicanos de las ventas de drogas ilícitas en Estados Unidos oscilan de 5 mil millones y más de 22 mil millones, aunque también se ha ofrecido un cálculo hasta de 40 mil millones hace unos años.
Los cálculos más recientes sugieren que los ingresos están entre 5 mil millones y 7 mil millones al año. La conclusión es que la mayoría de los 100 mil millones del mercado de drogas ilícitas en Estados Unidos se queda en Estados Unidos.
Tal vez como resultado, el número de casos penales por lavado de dinero se han reducido en Estados Unidos, y de éstos los relacionados con narcotráfico se han desplomado 45 por ciento entre 2016 y 2020, según los datos más recientes.
Un informe preparado para la comisión concluyó que dado que el monto de dinero asociado con la producción de fentanilo antes de que ingrese a Estados Unidos es relativamente pequeño, el enfoque en el lavado de dinero podría tener un impacto muy limitado.
“Aunque investigaciones y enjuiciamiento más intensos del lavado de dinero tanto en China y México podrían generar más casos contra traficantes de alto nivel, no hay bases para creer que esto reducirá el flujo de opioides sintéticos a Estados Unidos”.