Sindicatos franceses convocaron a protestas para este miércoles y jueves para manifestar su rechazo a la reforma de pensiones, que buscar subir la edad de jubilación de 62 a 64 años, la cual será votada por las cámaras de la Asamblea Nacional.

Las manifestaciones de mañana se realizarán en el marco del trabajo de la comisión mixta de siete senadores y siete diputados, dispuesta a elaborar el texto definitivo consensuado, el cual pretende ser ratificado por el seno parlamentario este jueves.

El secretario general de la Confederación General del Trabajo en el sector de minas y energía, Sebastien Menesplier, señaló que “esta semana vamos a tomar medidas aún más enérgicas que en días anteriores, ya sea en gas o en electricidad”.

“El endurecimiento de las acciones del movimiento significa recortes selectivos, incluso más que la semana pasada”, añadió mientras que los recolectores de residuos calculan unas 5.000 toneladas de basura en Paría por las jornadas de huelga.

A su vez, Menesplier apuntó que “hoy en Francia las redes de electricidad y gas están en manos de los huelguistas. Entonces son las asambleas generales las que van a decidir qué van a hacer con esta toma de la herramienta de trabajo”.

“Pero efectivamente el objetivo es endurecer el movimiento en relación a un Gobierno que endurece su posición, y que ha decidido pisar la representación nacional y la democracia”, enfatizó.

El pasado sábado, el Senado francés aprobó la reforma de pensiones con 195 votos a favor y 112 en contra a pesar de las multitudinarias protestas en contra de la misma, en las cuales se han reportado enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas policiales.

El proyecto de ley que busca imponer además el aumento del período de cotizaciones y la eliminación de regímenes especiales de jubilación es impulsado por el Gobierno del presidente Emmanuel Macron con la justificación de resolver el desequilibro de las jubilaciones.