Bolivia: Planearon segundo golpe de Estado con mercenarios de EE.UU. para impedir que Arce asumiera el poder
El gobierno de facto de Bolivia, que lideró Jeanine Áñez, habría planificado un segundo golpe de Estado —luego del ejecutado en noviembre de 2019 contra el expresidente Evo Morales— para impedir que Luis Arce, del Movimiento al Socialismo (MAS), partido del exmandatario, asumiera la Presidencia del país tras ganar en los comicios celebrados en octubre de 2020.
La información se desprende de unos documentos y audios a los que tuvo acceso The Intercept, en los que se habla del reclutamiento de mercenarios estadounidenses para llevar a cabo el plan, que revertiría el triunfo obtenido por Arce, quien ganó con 55,11 % de los votos en primera vuelta, evitando el balotaje.
Según el citado medio, uno de los audios correspondería a una llamada presuntamente entre el entonces ministro de Defensa boliviano durante la administración de Áñez, Luis Fernando López, y Joe Pereira, un exadministrador civil del Ejército de los EE.UU., que tenía sus operaciones en Bolivia en ese momento, quien sería el organizador de la misión con los mercenarios.
En las grabaciones, López, actualmente prófugo de la Justicia boliviana— aseguró que estaba trabajando para «evitar la aniquilación» de su país.
El supuesto titular de Defensa también afirmó que las Fuerzas Armadas y el pueblo tenían que «levantarse» y «bloquear una administración de Arce». Asimismo, remarcó que las 72 horas posteriores serían cruciales.
«Los armamentos y otros equipos militares obviamente son muy importantes para reforzar lo que estamos haciendo», también se oye decir al exfuncionario en la grabación.
Asimismo, sostuvo que «el comandante de las Fuerzas Armadas está trabajando en todo esto», puesto que para entonces ocupaba Sergio Orellana, quien huyó de Bolivia posteriormente.
En los documentos y audios filtrados también se hace mención a que otros altos funcionarios del gobierno de facto estarían dispuestos a apoyar el plan.
Mercenarios y el organizador Joe Pereira
Los mercenarios estadounidenses que serían contratados para ejecutar la maniobra llegarían desde una base militar en las afueras de Miami para unirse a unidades militares, escuadrones de policías y pistoleros de Bolivia.
De acuerdo con The Intercept, en las comunicaciones, Pereira habría afirmado que la solicitud de armas «no es un problema» y que podría conseguir «hasta 10.000 hombres».
Aunque el plan estaría en marcha, la persona identificada como López reconoce en las grabaciones la probabilidad de que algunos oficiales militares respaldasen «al caballo ganador [en referencia Arce] porque ganó las elecciones», pero insiste en que son «muy pocos».
Finalmente, el plan no se ejecutó. Según el citado medio, en otras grabaciones se revela que hubo desacuerdos entre López y el entonces ministro de Gobierno, Arturo Murillo –actualmente detenido en EE.UU. acusado de lavado de dinero y corrupción–, que tenía el control de la Policía.