Valoración y fama del Ámbar Dominicano

11-08-2022
Medioambiente
Ojalá, República Dominicana
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A comienzos de los años 80 en República Dominicana, los naturalistas estadounidenses George y Roberta Poinar, hicieron una expedición a la mina de ámbar, La Toca en la región montañosa al norte de la República Dominicana. Empezaron a publicar sobre insectos prehistóricos atrapados y preservados en piedras de ámbar (o resina fósil) con partes intactas. Este descubrimiento fue tan impactante que inspiró a Michael Crichton a escribir el libro Jurassic Park y lo adaptó para el popular film de Steven Spielberg.

Estos hallazgos que hicieron los naturalistas estadunidenses en 1986, provocaron por parte de  artesanos y comerciantes donde se dieron cuenta de las minas en esta localidad y viendo así la oportunidad de  comercializar con ella de manera masiva y descontrolada, vendiendo así cientos de muestras de fósiles en ámbar de millones de años de antigüedad, que se formaron a través de los años en  nuestra isla,  perdiendo así este gran valor científico e histórico.

Foto: Pixabay

Por las propiedades del ámbar se han podido preservar insectos y plantas que, con ayuda de la tecnología, se pudo reconstruir un bosque que existió en República Dominicana hace más 45 millones de años.  Aunque la mayoría de ámbar prehistórico se encuentra en la región báltica y en Myanmar el de República Dominicana tiene la particularidad de contener un mayor número de restos fósiles, por medio de estudios realizados se determinó que el ámbar dominicano proviene de plantas de algarrobos, una especie de árbol que habría llegado a República Dominicana desde Sudamérica hace unos 60 millones de años.

El famoso ámbar dominicano es una forma fosilizada de la resina de la extinta Hymenaea protera, el árbol, que los científicos creen que una vez creció en un ecosistema de bosque tropical húmedo, se basa en una variedad de formas de vida, esto creo un debate sobre la edad de los fósiles de ámbar dominicano, con teorías contradictorias basadas en los microorganismos utilizados para fechar las muestras. Algunos dicen que la presencia de foraminíferos, protistas unicelulares a veces denominados «amebas blindadas», indica que el ámbar se formó hace aproximadamente 15-20 millones de años. Otros sugieren una fecha de 45 a 30 millones de años, basándose en la presencia de láminas de carbonato de calcio compuestas de fitoplancton unicelular llamado cocolitóforos.

Foto: Pixabay

El ámbar dominicano es valioso no solo por su valor histórico conservacionista, sino por contener muchisímos insectos y plantas ya extintos. Estos fósiles se conservan por la pegajosa resina de los algarrobos, que destilaban un olor acre, incluso logrando atrapar y preservar huellas inusuales del extinto bosque prehistórico, al igual que trozos de material que flotaba, entre ellos pelos de un rinoceronte antillano y de un tigre dientes de sable.

Su belleza no solo es admirada desde los años 80 del siglo pasado, sino que los indios taínos originarios de la isla pudieron haber sido las primeras personas en notar la presencia de esta gema y apreciar su belleza, «Cuando Cristóbal Colón llegó en el siglo XV los taínos le presentaron sus piezas preciadas, pero los españoles estaban más interesados en el oro, y el ámbar cayó en el olvido.

Fue a principios del siglo XXI, que el interés en la gema primero como joyería y luego por sus fósiles científicamente valiosos, y ahora proporciona una fuente de ingresos para muchos.

El ámbar dominicano es conocido como el más caro del mundo, porque es el más transparente y también se han hallado muestras en colores increíbles, tales como azul, violeta, rojo, gris y negro, y mantener los especímenes perfectamente conservados. Aunque se han creado leyes van centradas en la exportación, no en la preservación.