¿Restaurando ecosistemas?
En 2021 inició la década de restauración de ecosistemas, hasta 2030, bajo el lema “reimagina, recupera, restaura”. Es el concepto central porque hemos fallado en proteger la naturaleza y el área de bosques y ecosistemas degradados ha aumentado con la consecuente pérdida de biodiversidad, más contaminación y acumulación de residuos.
Esta gestión será conocida como la de los anuncios de programas e iniciativas sin ningún resultado que mostrar, como no sean las 63,000 tareas quemadas el año pasado y los fuegos del 2022 en la Sierra de Bahoruco, la cancelación de brigadas y pago atrasado a bomberos en 2020 y 2021. Este año, a pesar del operativo anunciado en enero, ha habido más de 200 fuegos en varias cordilleras, y la prevención y vigilancia siguen fallando.
La deforestación sigue viento en popa a pesar que el país se comprometió en 2021 a detenerla, pero en la Sierra de Sajoma, Santiago Rodríguez y Restauración no han parado las denuncias de talas con o sin permisos del Ministerio, con o sin planes de manejo de plantaciones o montes naturales.
Los ríos los han turnado para permitir a las granceras saquear sus entrañas. En el Nizao no cesan, un año tocó al Yuna, otro al Camú, éste al Guayubín y el Yaque del Norte con un contrato de concesión a perpetuidad con todos sus embalses en espera de la nueva ley privatizadora del agua.
Las dunas de Baní han encontrado dueño que construye casas dentro de los límites y hasta un coronel que extraía arena con permiso. Barcazas de la muerte instaladas en el Refugio de vida Silvestre de Los Negros de Azua, y a las del Ozama les renovaron las licencias y añadieron una más. Parques nacionales en papel! Porque declaran nuevas áreas sin inventarios ni estudios, como Loma Siete Picos y sin guarda parques ni casetas, ni nada y aún están así.
¡El Refugio de la Furnia de Gurabo con planos de instalación de torres de alta tensión! Y al parque Manolo Tavares Justo y a la Sierra de Bahoruco le salieron dueños que reclaman posesiones y ex senadores cortando pinos.
La meta del anunciado plan 30×30 el miércoles pasado, supone completar el 4.65% faltante por proteger para llegar al 30% en 2030 y cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU.
Pero para la década de Restauración de Ecosistemas con el rosario de desastres listado y otros que se nos quedan por falta de espacio, ¿cómo va este gobierno a cumplir con ese Programa de Resguardar el 30% de los ecosistemas si lo que ya estaba protegido en papel no ha sido protegido de hecho, ni de derecho?
¿Protegerá lo que queda? ¿Restaurará algo de lo que ha prometido? ¿O se quedará en pepla como la restauración de la cuenca del Nizao y como Loma Siete Picos a merced de los nuevos dueños? ¿O como la restauración del Ozama y Valle Nuevo y la Madre de las Aguas, esperando que saquen a los que se creen dueños del país? En fin, silencio y propaganda, la receta del Cambio desde el primer día, nada nuevo bajo el sol.
Ángela Guerrero
Bióloga. Botánica. UASD.
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