La Sociedad Ecológica del Cibao, SOECI, dado el gran revuelo social que se ha producido en la subregión Noroeste del país, causado por el inicio de la construcción de la mega presa Guayubin, sin el debido proceso y consenso social, y atendiendo a varias solicitudes que nos hicieran organizaciones sociales y ambientalistas de la zona, decidimos acompañarle en un recorrido técnico para conocer en detalle la situación y expresar nuestra opinión al respecto.

Durante el recorrido realizado la SOECI observó directamente las condiciones fisiográficas y ambientales de la zona, escuchó a personas comunes, dirigentes y líderes sociales y ambientalistas de distintas comunidades de la zona de incidencia del proyecto en cuestión quienes expresaron sus razones de oposición al desarrollo del proyecto en ese lugar, también consideramos las de los promotores.

Después de conocer el lugar in-situ, la zona de influencia de dicho proyecto, advertimos y hacemos un llamado de atención a las autoridades locales y nacionales respecto al agua y a los cuerpos hídricos en sentido general, para que se le preste la debida atención y se haga un análisis profundo de la realidad existente en la zona de impacto del proyecto, de los ríos que alimentarán dicha presa, del punto específico donde se construye la presa y de las necesidades más sentidas y reales de los comunitarios.

Pues resulta que en los últimos tiempos en la Republica Dominicana se ha desatado una pasión por la construcciones de megaproyectos hidroeléctricos impulsado por la Empresa de Generación Hidroeléctrica Dominicana (EGEHID) y su consorcio Andrade Gutiérrez, esta vez sobre los ríos Guayubin y Yaguajai, en la comunidad de Boca de los Ríos, municipio de Sabaneta, provincia Santiago Rodríguez, sin antes hacer los estudios técnicos, obtener los permisos correspondientes y de haberlo consensuado con las fuerzas socialmente viva y otros sectores vinculantes.

Dicho proyecto no cuenta con los planos actualizados aprobados, la licencia social, ni el diseño que muestre de forma clara y segura que la tecnología a usar garantizará la sostenibilidad ambiental, social y económica del proyecto, conservando los recursos naturales, el ambiente, los atractivos eco-turísticos y los intereses colectivos de las comunidades involucradas.

Los proyectos de gran envergadura como las presas deben procurar aplicar diseño tecnológico que tomen en cuenta los ciclos de la naturaleza y los principios ambientales que garanticen de forma eficiente y segura, reducir los impactos negativos lesivos al ambiente y a la sociedad por lo que la energía generada a, través de esta modalidad, aunque sigue siendo renovable, no se considera energía limpia por las agresiones y daños causados a todo el ecosistema durante su vida útil.

Entre los impactos más significativos y degradantes que provocaría la presa, de construirse en ese lugar son los siguientes: la desaparición de miles de tareas de tierras que se dedican a la agricultura y la ganadería, pérdida de cientos de especies del bosque de galería ribereña de los ríos Guayubin y Yaguajai, miles de toneladas de tierra que luego se convierten en sedimentos que reducirán la vida útil de la presa acelerando la eutrofización del lago, se romperá la estructura ecosistémica y la interconectividad biológica de las especies de la flora y la fauna, desaparecerán especies lugareñas y aparecerán nuevas especies invasivas y otras más adaptadas a condiciones lénticas, todos estos cambios y adaptaciones cambiarán la dinámica de este ecosistema y de las comunidades del entorno.

Para evitar los impactos negativos antes mencionado, nuestra institución recomienda reconsiderar el lugar seleccionado para construir la presa, ubicar un lugar estratégico y un diseño dinámico fundamentado en los principios de la sostenibilidad socio ambiental, tomando en cuenta los ciclos de la naturaleza, el comportamiento hidrológico de la zona, el estado de conservación de los bosques existentes, el uso actual y potencial de los recursos naturales de la zona.

Dada nuestra experiencia, consideramos que el punto más favorable para desarrollar dicho proyecto se ubica en el paso de Palmarito en la cercanía de la comunidad El Resbaloso, puesto que alcanza una altitud de doscientos sesenta y seis (266) msnm., permitiendo conducir el agua por gravedad a gran parte de las comunidades de la zona, manteniendo sus características naturales.

Es necesario destacar que la ineficacia de la gestión del agua, tanto en la zona rural como urbana tienen como principal problema la ausencia de políticas apropiadas que tenga una estructura capaz de producir agua de calidad respetando la naturaleza del recurso en las cuencas fundamentado en el respeto, el valor y el uso racional del preciado líquido.

Este proyecto por sus características socio-ambiental y las condiciones de deterioro de las cuencas de los ríos Guayubin y Yaguajai, las iniciativas de inversiones deben contemplar, primero los planes de restablecimiento ambiental y ecológico de sus cuencas, ampliación de la cobertura boscosa, reducción de los conflictos de usos y empoderamiento comunitario de todo el proceso de gestión socio-ambiental de sus cuencas en un esfuerzo conjunto de todos los actores involucrados.

Finalmente, reafirmamos nuestro compromiso con la conservación de los bosques el agua y la vida, puesto que constituyen la verdadera presa para almacenar el agua de forma natural, eficiente y segura por lo que recomendamos restablecer, ampliar y conservar la cobertura boscosa, proteger los ríos, promover la investigación y la tecnología de producción de energías verdaderamente limpias como la eólica, la solar y la generada a partir del tratamiento de residuos sólidos.