¡No más desalojos y atropellos contra la Escuela de Biología de la UASD!

03-06-2021
Medioambiente
Ojalá, República Dominicana
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El Laboratorio LM 204, como sus siglas lo indican, estaba ubicado en el edificio adjunto a la Facultad de Ciencias Médicas, como se llamaba antes la Facultad de Ciencias de la Salud (FCS), de la cual hoy es decana la maestra Rosell Fernández.

En ese mismo edificio LM funcionaba la Facultad de Ciencias Agronómicas y Veterinarias. LM-204, desde que se creó la carrera de Agronomía, la de Farmacia y la de Biología, fue siempre el laboratorio de Botánica, que daba servicio a esas tres carreras.

Luego vino la reforma de la educación secundaria y fueron creadas las menciones de las licenciaturas en Pedagogía, en específico la de Biología y Química, la que estudiaban los anteriores profesores de Ciencias Naturales de la escuela secundaria, ahora Educación Media.

También a la carrera de Medicina Veterinaria eventualmente se le agregó una Botánica por lo de toxicidad de las plantas y otros aspectos. La Botánica es una ciencia básica y está muy lejos de ser una ciencia muerta, como algunos creen. Es una ciencia viva e indispensable para el estudio de la Ecología y la Conservación y, a su vez, para la planificación, restauración de ecosistemas y ordenamiento territorial de cualquier país.

En ese laboratorio LM-204, histórico para nuestra y para otras carreras, impartieron prácticas de Botánica el Dr. Eugenio de Jesús Marcano Fondeur, la maestra Ana Mercedes Henríquez, el maestro Raymundo Hansen del Orbe, el profesor José Ramón Quiñones, ya fallecidos, pero no olvidados.

Los maestros Héctor Montes de Oca, Benito Monción y las maestras Berlina Liria y Jacqueline Salazar, Jubilados, pero todos y todas compañeros ejemplares en su quehacer académico y en su abnegación por sus estudiantes.

La Escuela de Biología de la UASD es la que más ha sufrido la precariedad de recursos y mala planificación de nuestra Alma Matter. La Facultad de Ciencias nunca ha tenido un edificio apropiado ni siquiera adecuado a su misión y función en nuestra Academia y nuestra sociedad.

Sin embargo, es una de las que más la prestigia y rinde frutos (véase el número de proyectos de investigación con Fondocyt y con los escasos fondos propios de que dispone en los institutos de su facultad).

Por esa falta de espacio para nuestra FC, la Escuela de Biología ha peregrinado por todo el campus de la sede en Santo Domingo: nos desalojaron de manera brutal de Ingeniería, y no bien nos habíamos asentado en el antiguo y deteriorado edificio del Colegio Universitario, al entonces rector magnífico Mateo Aquino Febrillet se le ocurrió intervenir el edificio para hacer los laboratorios de Ciencias que aún no terminan de adecuar, pero que la anterior directora, maestra Angélica Espinal y el actual, David Hernández Martich, de la escuela de Biología, y el Decano Radamés Silverio han mejorado. Porque eso siempre hacemos: mejorar los espacios que la Universidad nos asigna.

Cuando la “ mudanza” de Ingeniería al CU, la Escuela de Química nos permitió dar las prácticas de Biología Básica en la mitad de sus laboratorios y  Física, solidaria, nos cedió unos espacios en el Instituto Sismológico para oficinas y almacén. De allí también nos echó, y de muy mala manera, con la anuencia de  la actual rectora Emma Polanco, el gobernador del edificio. Hasta patas de cabra hubo. Y, otra vez, como en las veces anteriores, no se nos dio alternativas de espacio.

Nuestra Alma Mater primada de América no merece unas autoridades rectoras como las que tiene. Ni creo que los miembros de su Claustro las merezcamos tampoco. La oficina de planificación (Digeplandi) no hizo su trabajo bien de ninguna manera, pero ninguna autoridad por encima de ella supervisó ni trató de enmendar la chapuza hecha por esa Dirección.

La Escuela de Biología dice ¡Basta ya de atropellos y desalojos! ¡Demandamos espacios reales y funcionales para impartir docencia de acuerdo a los estándares de calidad del producto que aportamos a la ciencia y a la sociedad dominicana! Nuestra Facultad y nuestra Escuela están unidas en esta lucha.

Exigimos un laboratorio de Botánica para la Escuela de Biología y todas las escuelas que necesitan de su servicio y rechazamos el desalojo y el atropello de que hemos sido objeto profesores, profesoras, estudiantes y personal administrativo de la Escuela de Biología de parte de las actuales autoridades de la UASD.