La científica Jane Goodal, en  entrevista al New York Times, declaró que este año votaría más de la mitad de la población mundial en diferentes procesos electorales y  como, a menudo, la gente le pregunta qué pueden hacer para ayudar, les dice que algo fácil que pueden hacer  es votar y elegir gobiernos que se preocupen genuinamente por el medioambiente y por todas las formas de vida, en el planeta.

 Este 19 de mayo tenemos un segundo chance para escoger una mejor gestión de nuestro patrimonio natural, biodiversidad y áreas protegidas. Para cambiar el desastre ambiental que están sufriendo nuestros ecosistemas, nosotros con ellos y en ellos.

No votan, las más de 21 especies en Peligro Crítico que habitan en la cañada donde la Belfond empezó su explotación, pero tú sí puedes votar este mayo en contra de la ambición de las mineras y de la complicidad del ministerio de Medioambiente.

No votan, los peces, Corales, esponjas y todos los organismos marinos envenenados por la Barcaza de la muerte en Los Negros, Azua, pero si votarán los comunitarios y pescadores arropados por el mismo humo negro y contaminación.

No votan, los Anís de estrella endémicos y toda la peculiar flora de Loma Miranda, ni sus barrancolíes y perdices, ni sus Plagiodontias, pero si votaremos en contra de su destrucción por la minería, los comunitarios a su alrededor y los científicos que investigamos su biodiversidad.

No votan los flamencos liberados en lugares entrampados, aún después de haber sido rescatados y rehabilitados por Rescate Rosado, pero si votarán los fotógrafos de vida silvestre y defensores de nuestra biodiversidad.

No votan todas las áreas protegidas abandonadas a su suerte por la cancelación del personal técnico, y por la falta de pago a los bomberos y brigadas, pero votaremos todos a los que nos duele ver nuestros montes ardiendo, talados y sembrados de cultivos para exportar.

Las dunas no votan, pero votaremos todos los que hemos subido y bajado por ellas, todos los que las defenderemos hasta la muerte porque hablamos por ellas y su particular flora y fauna.

No votan los más de 40 muertos de los dos últimos noviembres en Santo Domingo, pero votaremos los ciudadanos conscientes de que se pudieron evitar, si las autoridades hicieran su trabajo.

No votan los mártires de nuestros ríos, ni los que sufren amenazas y censura por defender nuestros recursos naturales, pero votaremos todos los demás que estamos en pie de lucha.

No votan los niños y todos los dominicanos que ha matado el dengue y otras enfermedades curables y prevenibles, pero votaremos todos los que hemos tenido la suerte de sobrevivir.

A votar temprano en contra de los que matan nuestra biodiversidad, nuestros ecosistemas y nuestras áreas protegidas.