Inicia la COP29: la cumbre climática debatirá sobre los fondos para mitigar la crisis
Este lunes inicia la COP29, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2024. Esta edición tiene lugar en la ciudad de Bakú, capital de Azerbaiyán.
El tema central del evento más relevante en cuestión climática del año será nada menos que el financiamiento. En otras palabras, quién debe contribuir para ayudar a las naciones pobres y especialmente cuánto.
El punto de partida en las conversaciones son 100.000 millones de dólares al año que las naciones, designadas como “pobres” (según una clasificación de la década de 1990), reciben ahora como parte de un acuerdo de 2009 que apenas se cumplió.
Si bien se habla entre expertos que la necesidad es de 1 billón de dólares al año o más, los debates recién comienzan.
COP29 en Azerbaiyán: cómo llega el mundo
Controlar y hacer frente al deterioro del calor, las inundaciones, las sequías y las tormentas causadas por el cambio climático costará billones de dólares. Y las naciones menos poderosas no los tienen, según calculan numerosos informes y expertos.
Pero la cumbre de este año, conocida como COP29, no será tan destacada como la del año pasado, con 48 intervenciones menos de jefes de Estado. Los líderes de los dos países que más dióxido de carbono emiten (China y Estados Unidos) estarán ausentes.
Mientras las negociaciones climáticas de las Naciones Unidas comienzan el lunes, la cuestión principal es quién debe contribuir para ayudar a las naciones pobres y especialmente cuánto.
“Es un juego con altas apuestas”, dijo Bill Hare, físico y director general de Climate Analytics. “En este momento, el destino del planeta depende mucho de lo que logremos en los próximos cinco o 10 años”, agregó en diálogo con AP.
No solo es que tratar con dinero siempre sea un tema delicado, sino que dos de los países que se espera que donen dinero, como Estados Unidos y Alemania, atraviesan drásticos cambios gubernamentales.
Quiénes deben financiar las consecuencias del cambio climático
Aunque la delegación de Estados Unidos será del gobierno de Joe Biden, la reelección de Donald Trump, que resta importancia al cambio climático y no ve con buenos ojos la ayuda exterior, hace que los compromisos de Estados Unidos probablemente no se cumplan.
El problema principal es la financiación climática. Sin ella, dicen los expertos, el mundo no puede controlar el calentamiento, ni la mayoría de las naciones pueden alcanzar sus objetivos actuales de reducción de la contaminación por dióxido de carbono o los nuevos que presentarán el próximo año.
“Si no resolvemos el problema financiero, definitivamente no resolveremos el problema climático”, dijo Pablo Vieira, exviceministro de clima de Colombia. Vieira dirige la unidad de apoyo en NDC Partnership, que ayuda a las naciones con objetivos de reducción de emisiones.
“Las naciones pobres están frustradas porque se les dice que hagan más para combatir el cambio climático cuando no pueden permitírselo”, expresó. Y las 47 naciones más pobres apenas emitieron el 4% de los gases que atrapan el calor en el aire (los GEI), según la ONU.
Aproximadamente el 77% del gas que atrapa ahora el calor en la atmósfera proviene de las naciones ricas del G20, muchas de las que reducen ahora su contaminación, algo que no está ocurriendo en la mayoría de las naciones pobres o en China.
Las finalidades de la financiación
El dinero que se está discutiendo es para tres objetivos. Ayudar a las naciones a pasar de los combustibles fósiles sucios a la energía limpia; ayudarlas a adaptarse a los efectos del calentamiento global; y compensar a las naciones vulnerables por los daños del cambio climático.
“Si la comunidad global no alcanza un objetivo (financiero), esto realmente es solo firmar la sentencia de muerte de muchos países en desarrollo”, dijo Chukwumerije Okereke, director del Centro para el Cambio Climático y el Desarrollo en Nigeria.