Por primera vez en la historia, desde que comenzó el monitoreo climático en el país, Brasil tiene regiones con clima árido.

Un estudio realizado por el Centro Nacional de Monitoreo y Alerta de Desastres Naturales (Cemaden) y el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe), organismos del gobierno federal, muestra que la falta de lluvias en los últimos 30 años ha desarrollado un clima similar a la de un desierto en Bahía.

La investigación muestra que existe una tendencia a que la aridez aumente en todo el país, excepto en la región Sur, lo que según Javier Tomasella, investigador del Inpe, se debe a dos factores: la precipitación y la evaporación.

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“En Brasil, especialmente en el Nordeste, la temperatura está aumentando mucho, aumentando consecuentemente el proceso de evaporación, factor que también se atribuye al calentamiento global”, explica el investigador.

En el Nordeste siempre predominó el clima semiárido, añade Tomasella. En el análisis realizado de 1990 a 2020 aparecieron por primera vez regiones con clima árido. “Nunca antes en la historia del país se había dado esta condición”.

A pesar de no ser un área integral de la región Nordeste, la situación preocupa al investigador: “Es mucho más fácil que se incendie. Cuando el aire se vuelve más seco afecta cualquier actividad, ya sea en el área económica, como la agrícola, la medioambiental, con incidencia de incendios, o la sanitaria, con problemas respiratorios”.

Las regiones clasificadas como semiáridas se concentran en la región Nordeste (excepto Maranhão) y el norte de Minas Gerais y también están en expansión.