El 37% de las muertes por golpes de calor se debieron al cambio climático

21-06-2021
Medioambiente
La Vanguardia, España
Compartir:
Compartir:

La crisis climática afecta a la salud humana de muchas maneras, una de ellas es el aumento de la mortalidad asociada al aumento de las temperaturas y, en especial, las olas de calor, cuyo impacto real no se había calculado nunca. Un nuevo estudio científico internacional publicado en la revista Nature Climate Change confirma que en las últimas décadas al menos una de cada tres de esas muertes fue consecuencia del cambio climático.

El estudio ha sido liderado por expertos de la London School of Hygiene & Tropical Medicine (LSHTM) y la Universidad de Berna (Suiza), en colaboración con investigadores de las universidades de Barcelona, Santiago de Compostela, Valencia y Madrid, y se se basa en datos de 732 localidades de 43 países. 

Los datos analizados en este estudio indican que entre 1991 y 2018 el 37% de las muertes relacionadas con el calor se debieron al cambio climático provocado por el hombre.

El estudio advierte además de que los cambios locales del clima y la vulnerabilidad de su población, dispararon el porcentaje de muertes en los países de América Central y del Sur (hasta el 76% en Ecuador o Colombia, por ejemplo) y del Sudeste Asiático (entre el 48% y el 61%).

Efectos negativos en España

Los autores del estudio apuntan que España es uno de los países del sur de Europa donde se registran más olas de calor y, por tanto, uno de los más afectados por el problema de salud relacionado con la temperatura.

«En términos relativos y durante el periodo estudiado, España tuvo un 30% de muertes relacionadas con el calor atribuidas al cambio climático inducido por el ser humano», revela el coautor del estudio e investigador del CSIC, Aurelio Tobías.

Concretamente, el número de muertes por calor relacionado con el cambio climático «es de 704 por año en el período de verano en las capitales de provincia de España, en concreto, 177 en Madrid, 94 en Barcelona y 39 en Sevilla», puntualiza.

Estas cifras son bastante más elevadas, por ejemplo, que las que notificadas en el Reino Unido, donde las muertes relacionadas con el calor y atribuibles al cambio climático ascienden a 82 en Londres, 16 en Manchester, 20 en West Midlands o 4 en Bristol y Liverpool cada año. Lee también

La relación entre olas de calor y efectos negativos sobre la salud varía sustancialmente entre regiones y, paradójicamente, los países más pobres y que menos emisiones han emitido en el pasado, están siendo los más afectados por sus consecuencias.

El estudio detalla la mortalidad de algunas ciudades de todo el mundo, cifras que permiten observar el grado de vulnerabilidad por regiones: 136 muertes más al año en Santiago de Chile (44.3% del total de muertes relacionadas con el calor en la ciudad), 189 en Atenas (26.1%), 172 en Roma (32%), 156 en Tokio (35.6%), 177 en Madrid (31.9%), 146 en Bangkok (53.4%), 82 en Londres (33.6%), 141 en Nueva York (44.2%) y 137 en Ciudad Ho Chi Minh (48.5%).

A la vista de estos datos, el estudio advierte de que es vital adoptar cuanto antes medidas de adaptación más eficientes y estrategias de mitigación ambiciosas que reduzcan al máximo la mortalidad atribuible al calor.

El estudio indica que la proporción de muertes relacionadas con el calor seguirá aumentando si no hacemos algo contra el cambio climático o nos adaptamos, advierte en declaraciones a EFE la investigadora de la Universidad de Berna y primera autora del estudio, Ana M. Vicedo-Cabrera.

Por ahora, la temperatura media mundial únicamente ha aumentado alrededor de 1°C, pero eso es solo «una fracción de lo que podríamos afrontar si las emisiones siguen creciendo sin control».

España y otros países del sur de Europa, de acuerdo con las proyecciones de calentamiento, serán muy vulnerables al calor, por lo que «es bastante posible que las poblaciones de esta zona geográfica sean de las más afectadas por el cambio climático y las altas temperaturas», asegura Vicedo-Cabrera.

Para Antonio Gasparrini, de la LSHTM y autor principal del estudio, «el mensaje es claro: el cambio climático no solo tendrá efectos devastadores en el futuro, sino que todos los continentes están experimentando ya las nefastas consecuencias de las actividades humanas en nuestro planeta. Debemos actuar ahora».