Día Mundial de la Conservación de los Anfibios 2022

22-04-2022
Medioambiente
ECOticias
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Anfibios, animales vulnerables

Todos los anfibios son necesarios y en España hay más de 20 especies de estas increíbles criaturas que se encuentran en peligro de extinción, por lo que cada vez es más urgente adoptar las medidas necesarias para evitar el descenso definitivo de su población, porque los anfibios juegan un papel esencial en los diversos ecosistemas.

Anteriormente conocidos como batracios, los anfibios son vertebrados tetrápodos (porque poseen cuatro patas) que son estudiados por una ciencia llamada batracología, una rama secundaria de la herpetología. Hasta la fecha, hay cerca de 7000 especies conocidas en el mundo, que se dividen en varias categorías.

Entre las principales están los urodelos (tritones, salamandras), anuros (sapos y ranas de todo tipo) y gimnofiones (cecilianos o sin patas). El 90% de la población son ranas de las que se conocen más de 5000 especies. Los anfibios son seres muy antiguos, ya que existían a principios del Periodo Devónico.

Las especies de anfibios han resistido con éxito las mayores extinciones que nuestro mundo haya experimentado, sin embargo, a día de hoy su supervivencia está seriamente amenazada. Por una parte, por las acciones de los seres humanos y por otra, porque su físico, constitución y sistema reproductivo, no los ayudan a aclimatarse con rapidez a los cambios.

Los batracios viven dos etapas, la primera comienza con la eclosión del huevo y es 100% acuática y la segunda, luego de sufrir una metamorfosis es terrestre. Esta situación los hace muy vulnerables a cambios ambientales mínimos dentro de su entorno. Y como respira por la piel, que además es permeable y sumamente delicada sucumben fácilmente a problemas relacionados con la contaminación.

¿Por qué se mueren los anfibios?

Hay una serie de razones detrás de la disminución de la población de anfibios, el primero de los cuales es la destrucción y la fragmentación de sus hábitats naturales. Los anfibios deben vivir tanto en la tierra como en el agua, por lo que la destrucción y secado de pantanos y humedales es nefasta para estas especies. Sin agua cercana donde desovar se ven obligadas a migrar y son atropelladas por automovilistas al cruzar las carreteras o mueren por deshidratación.

La contaminación química es otro problema que preocupa al mundo científico, quienes destacan especialmente, que el uso de fertilizantes a base de nitratos y la aplicación de insecticidas y otros pesticidas puede matar a los anfibios por su alta toxicidad o de hambre al acabar con los insectos de los que se alimentan.

Para colmo hay varias enfermedades y afecciones parasitarias, que también los están minando, como la quitridiomicosis, un hongo patógeno que les causa lesiones en la piel, trastornos neurológicos e hiperqueratosis. Y el calentamiento global tampoco los ayuda, ya que la mayor incidencia de la radiación UV-B también está acabando con sus vidas.

Protegerlos a toda costa

Dado que los anfibios juegan un papel importante en el equilibrio ecosistémico, la disminución de su población es más que preocupante. Entre otras cosas, contribuyen al buen funcionamiento de la cadena alimentaria, ya que son parte activa de la cadena trófica (sirven de alimentos a otros y ayudan a controlar naturalmente la cantidad de insectos).

Dado que el estado de las colonias de anfibios de una zona determinada es un excelente bioindicador para diagnosticar la salud ambiental de dicha área, resulta fundamental preservarlos y protegerlos.

El grito del Eleutherodactylus (Pelorius) inoptatus (Rana Gigante de la Hispaniola). Llamada que hacen tras ser capturados. Ninguna rana resultó lastimada durante la jornada. @hispanioland
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