En medio de una crisis de biodiversidad en curso debido al desarrollo causado por el hombre y el cambio climático, la protección del hábitat para las especies en riesgo es una parte importante del cumplimiento de los objetivos de biodiversidad establecidos por Canadá para 2050. Sin embargo, un informe reciente de @wildernews y @sierraclubbc detalla algunos puntos bastante preocupantes al poner en práctica esa política.

La Ley Canadiense de Especies en Riesgo se creó para brindar protección legal a la vida silvestre que evitaría que se extingan, y el primer paso es crear mapas de hábitat detallados y un plan de protección dentro de los dos años posteriores a que una especie se considere en riesgo. En promedio, el gobierno tiene un retraso de 9,8 años en la evaluación de estos hábitats y la creación de planes, con el 97% de los mapas de hábitats de estas especies retrasados. Cuando se mapea, el informe encontró omisiones constantes que los vuelven inexactos, sin proteger algunas de las áreas más importantes para su supervivencia.

En ciertos casos, como el búho moteado del norte en peligro crítico de extinción, ¡esta evaluación aún está incompleta y ahora tiene 18 años de retraso! Estos búhos solían estar muy extendidos en los bosques primarios del sur de Columbia Británica y, con gran parte de ese hábitat ahora destruido, su número actual es críticamente bajo y, sin embargo, su hábitat continúa siendo talado y desarrollado sin un plan establecido. Este es un gran problema no solo para estos búhos, sino también para los ecosistemas en los que juegan un papel crucial.

Si la provincia no toma medidas ni protege este hábitat, la Sección 80 de la Ley de Especies en Riesgo permite que el gobierno federal emita una orden de emergencia e intervenga, pero a pesar de numerosas fallas, nunca se ha emitido una orden de emergencia aquí en Columbia Británica. Es el típico humo y espejos que retrasa la acción en aras de las ganancias corporativas, pero nos estamos quedando sin tiempo.

A medida que nos acercamos a la Convención de las Naciones Unidas para la Diversidad Biológica organizada en Montreal, es fundamental que responsabilicemos a nuestro gobierno por las políticas que permitan un cambio real para el futuro de la vida tal como la conocemos en este planeta.