Esta pasada Semana del Biólogo honramos la memoria del gran naturalista que cambió con su obra y quehacer científico la historia de las Ciencias Naturales en nuestro país: Eugenio de Jesús Marcano Fondeur. Así lo expresó su hijo menor, Eugenio de Js. Marcano Martínez, en el acto del Museo de Historia Natural, en la puesta en circulación de los trabajos de Geología y Paleontología del profesor Marcano.

La Academia de Ciencias también puso en circulación una recopilación de algunas de sus conferencias.

Los actos comenzaron el 18, en Santiago, con una ofrenda floral y Misa en el aniversario de su muerte. Continuaron el martes 19 en la UASD donde se presentó un hermoso documental de la Dirección de Audiovisuales de esa institución.

Ambos actos tienen significado especial. El 18 de septiembre de 1930, según cuenta el mismo profesor en una entrevista, fue el día en que comenzó sus estudios de la naturaleza, como quedó registrado en un tanque de agua construido en su casa ese día. En esa fecha, a los casi siete años de edad, al partir una piedra encontró un caracol fósil y desde entonces siguió haciendo colecciones que luego se convirtieron en su mayor legado a la ciencia. Al morir, también un 18 de septiembre, es como si cerrara el mismo día su viaje por el espacio tiempo. Los grandes saben hasta escoger su partida.

El martes 19, en la UASD, era el día de “visitar los altares”, como llamaba a las visitas que hacía junto a su colega inseparable, el Padre Julio Cicero, a las diferentes instituciones científicas en la ciudad.

Los actos cerraron el 27 con un panel de biólogos sobre su legado a la nación y el centenario de su natalicio, el develamiento de un busto en el Jardín Botánico de Santiago y otra ofrenda floral ante la Ceiba que salvó de joven de manos de un pobre desaprensivo. Decimos cierre por marcar un cese en las actividades, pero en realidad nuestro profesor sigue viviendo y alumbrando el camino de nuestra generación y la de jóvenes biólogos y naturalistas. Hasta siempre querido profe Marcano.