Más de 20.000 libros serán donados por la empresa estatal brasileña de Correos a las bibliotecas públicas afectadas por las inundaciones en el estado de Rio Grande do Sul, ubicado en el sur del país.

El martes pasado se entregó el primer lote al Instituto Cervantes de Porto Alegre, que será responsable de organizar el archivo y distribuirlo entre 44 bibliotecas que fueron gravemente afectadas por las fuertes lluvias y que perdieron gran parte de sus libros.

Los libros que ahora se donarán fueron distribuidos por varios centros culturales de Correos en Brasil, pero durante el gobierno de Jair Bolsonaro (2019-2022), que intentó privatizar la empresa, se guardaron en un almacén en Brasilia sin un destino claro.

Las inundaciones más graves que se han registrado en Brasil en los últimos años ocurrieron en el estado de Rio Grande do Sul, causando 179 fallecidos, 33 desaparecidos, decenas de miles de desplazados y numerosos daños a la infraestructura.

Anteriormente, el gobierno de Rio Grande do Sul lanzó la campaña Mochila Cheia con el fin de solicitar la donación de libros y útiles escolares a los niños y jóvenes de la red educativa estatal afectados por las inundaciones ocurridas a finales de abril y parte de mayo.

La Secretaría de Educación del estado (Seduc) busca recaudar suficientes fondos para fabricar alrededor de 100.000 kits escolares completos, lo que permitirá a los estudiantes regresar a clases en condiciones favorables.

En Rio Grande do Sul, hay 2.338 instituciones educativas públicas administradas por el gobierno, y en 2024 habrá más de 741.800 estudiantes inscritos.

El 94,2 por ciento del total de las unidades educativas estatales ya han retomado sus actividades, lo que significa que el 92,8 por ceinto, o 688.387 estudiantes, han regresado a las aulas, según un boletín del gobierno estatal que actualiza diariamente el panorama escolar.

Sin embargo, las fuertes lluvias afectaron 1.086 escuelas públicas en 255 municipios de Rio Grande do Sul. Estas unidades han sufrido daños, tienen problemas para acceder o sirven como refugio de emergencia para familias que se vieron obligadas a abandonar sus hogares debido a las tormentas.