Descubren decenas de posibles sitios de entierro en antiguo internado para niños indígenas administrado por la Iglesia en Canadá

27-01-2023
Laicidad/ Religiones
Actualidad RT, Rusia
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La investigadora principal Whitney Spearing, junto con su equipo del pueblo indígena local de la ‘Primera Nación Williams Lake’ (WLFN, por sus siglas en inglés), en Columbia británica, ha anunciado que al menos 28 niños murieron en los terrenos de un antiguo internado (escuela de asimilación forzada para indígenas) de la Misión St. Joseph’s, en Canadá.

En su investigación en curso también identificó, en el área inspeccionada de 0.18 kilómetros cuadrados, 66 nuevos posibles sitios de entierro, que se sumarían a los encontrados a principios del pasado año, informa la CBC.

Las cifras crecen

Spearing comentó que, aunque el Registro Conmemorativo del Centro Nacional para la Verdad y la Reconciliación enumera solamente a 16 niños que murieron en la instalación, su investigación muestra que la cifra real puede ser de al menos 28. Muchos de ellos fueron enterrados en la misión en tumbas anónimas. «Así mismo, está claro que muchos de los niños y bebés nacidos en la misión como producto de la agresión sexual infantil fueron eliminados mediante incineración dentro y fuera del sitio de la misión», explicó.

Los investigadores emplearon tecnologías de radar de penetración terrestre junto con sensores LiDAR (sistema de escaneo, similar al radar, que utiliza luz láser pulsada, en vez de ondas de radio, para medir distancias) para identificar otros posibles entierros. El empleo de estas tecnologías permitió encontrar 66 nuevas anomalías en los terrenos, que, sumadas a las detectadas en enero del pasado año, eleva a 159 el total de las señales que podrían indicar cuerpos enterrados. Solo una pequeña parte de la propiedad, de 7.82 kilómetros cuadrados, ha sido escaneada.

Asimilación forzada y destrucción cultural

El internado de St. Joseph’s abrió sus puertas en 1891 y cerró en 1981. Muchos niños de la WLFN se vieron obligados a asistir en medio de la política de asimilación forzada.

En el siglo XIX, en Canadá se crearon los internados para asimilar a los menores indígenas y hacer que perdieran su cultura nativa. El programa fue apoyado por varias congregaciones cristianas, entre ellas la Iglesia católica, la anglicana, la unida de Canadá, y la presbiteriana, que entre 1930 y 1931 manejaban 44, 21, 13 y 2 internados, respectivamente. En total, unos 150,000 niños pertenecientes a las minorías étnicas fueron matriculados en tales establecimientos a nivel nacional. En 1931, cerca del 37% de los menores de pueblos nativos estudiaban en estos centros.

Se estima que al menos 3,200 niños fallecieron en esas instituciones por causa de la violencia o negligencia, aunque el número exacto de víctimas sigue siendo desconocido. Los menores eran sometidos a abusos físicos y sexuales por parte de los supuestos pedagogos. La mayoría de los internados fueron cerrados en la década de 1960 y algunos fueron trasladados a los pueblos nativos que optaron por tener sus propias escuelas.