Organizaciones sindicales, civiles y ambientales puertorriqueñas salieron a las calles el martes para protestar contra el aumento de la factura eléctrica propuesto por el Plan de Ajuste (PAD) que persigue pagar la deuda contraída por la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE).

Con la vista sobre la quiebra de la AEE como telón de fondo, la manifestación partió desde la sede del Tribunal Federal hasta las oficinas de la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) denunciando el incremento de las tarifas de cobro desde que en 2021 la distribución eléctrica pasara a manos de la empresa privada Luma Energy.

Según especialistas, el proyecto prevé un cargo híbrido que se compone de una tarifa fija y otra variable que se calculará según el consumo eléctrico en hogares, entidades gubernamentales  y negocios en todo el país.

Para José Rodríguez, representante del Movimiento Solidario Sindical, “Son tres los aumentos propuestos, no solo el cargo fijo mensual de 13 dólares, sino también dos cargos adicionales por nivel de consumo. La clase trabajadora y de ingresos fijos son las más afectadas con estos cargos», expresó.

Rodríguez ahondó que «Se añade el golpe en la economía donde trabajadores y trabajadoras del sector privado podrían perder sus empleos a causa del cierre de establecimientos por el alto costo de la factura de la luz”.

Las organizaciones promotoras de la manifestación instaron a la población boricua a firmar la Declaración “Luz Pal Pueblo: No al Plan de Ajuste a Deuda de la AEE” disponible en la página web www.nomasaumentos.com.

Por otra parte, el sindicato Educamos aseveró en un comunicado que «el propio Gobierno, en lugar de proteger al pueblo, es cómplice de ese continuo despojo contra la gran mayoría de la población».

La red eléctrica de Puerto Rico se ha vuelto muy frágil en las últimas décadas cuando la AEE estuvo operando con un índice de interrupciones hasta cinco veces mayor que el promedio de la industria, situación que se ha agravado en los tres años más recientes cuando la generación ha estado por debajo del 50 por ciento.

Muchos en Puerto Rico consideran que desde la llegada de Luma al control de la distribución eléctrica de la isla, no se ha mejorado el servicio, pero si se pretende aumentan el costo del mismo, de manera insostenible para numerosos ciudadanos y negocios.