Soluciones no tan brillantes del Gobierno ante desorden en Educación

18-08-2022
Educación
Ojalá, República Dominicana
Compartir:
Compartir:

En sus palabras del pasado 16 de agosto, el Presidente de la República anunció que a partir de septiembre iniciará en el país una expansión en educación para que niños y niñas comiencen la escuela a partir de los tres años.

No agregó más detalles, apenas dedicó un párrafo para comunicar la nueva decisión administrativa.

Es lógico pensar que mientras más temprano inicia un niño la escuela, mayor aprendizaje obtendría. Que comenzar temprano es directamente proporcional a la obtención de mayores conocimientos y habilidades.

Sin embargo, no necesariamente es así. Basta observar el modelo educativo de los países nórdicos (Suecia, Noruega, Dinamarca, Finlandia e Islandia), para comprobar que iniciar temprano no garantiza mejor educación.

Antes de continuar, para los lectores que desconocen, recordamos que estos países han sido llamados “la envidia del mundo” en materia educativa, por el alto desempeño de sus estudiantes. Desde finales del siglo pasado, dichas naciones del norte de Europa aparecen en los primeros lugares del informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) en los renglones Habilidad lectora, Matemáticas y Ciencias.  

Tomemos, pues, el caso de Finlandia, que apareció en la sexta posición en el informe publicado a finales de 2019. Allí los niños y niñas van a la escuela a partir de los 6 años de edad.

¿Cómo han logrado, entonces, consolidar la calidad educativa en los más altos niveles con un inicio escolar con diferencia de tres años, respecto al que plantea el presidente dominicano?

La respuesta es sencilla: hay otros elementos determinantes. En Finlandia, la educación es obligatoria desde hace más de cien años. Además, es gratuita desde el nivel inicial hasta el superior. Son gratuitos los libros de texto y materiales escolares. También reciben servicios sanitarios y comida diaria gratuita en las escuelas todos los días.

Son muchos los elementos que se pudieran mencionar, sobre todo desde el punto de vista de la calidad educativa y la formación de maestros en países que han apostado a expandir verdaderamente el nivel educativo.

Conociendo estos aspectos, anunciar la expansión de la educación con la incursión de niños en la escuela a partir de seis años, parece divagaciones de un Gobierno que no está muy claro del horizonte educativo.

Haber abandonado durante dos años los planes de alimentación continua por la inoperancia institucional y mala gestión con suplidores del alimento escolar, la necesaria construcción de nuevas aulas y el desorden en la contratación de maestros y personal administrativo hicieron estragos en el sector educativo durante los últimos dos años.

Que la preocupación porque los niños inicien a los tres años de edad prime sobre la necesaria intervención del sector por el caos creado, evidencia la falta de plan y de norte en esa materia.

A propósito de todo esto, en la pasada gestión de Gobierno, se construyeron 177 estancias infantiles y más de 515 Centros de Atención Integral a la Infancia para atender a niños y niñas de cero a cinco años de edad con educación inicial alimentación y cuidado especializado.

Que el Presidente hable de iniciar a los tres años la escuela evidencia también el franco abandono de ese formidable programa de guarderías infantiles y su intención de desaparecerlo. ¡Qué lástima!