Miriam Camilo Recio

09-08-2021
Educación
Ojalá, República Dominicana
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Miriam Camilo Recio es pedagoga. Vale decir, es educadora en cuerpo y alma y de toda la vida. Desde la sociedad civil, desde el gobierno, desde las aulas públicas y privadas, desde las calles y los patios, desde todos los espacios en que ha desarrollado su vocación, su vida ha estado dedicada a la educación. Más aún, a la educación de los más vulnerables, de los más pobres y excluidos de la sociedad.

Conoce como su mano la educación dominicana. Sus aciertos. Sus fallas graves. Sus limitaciones y potencialidades y en ella ha estado sumergida desde siempre con devoción y entusiasmo sacerdotales.

La educación de personas jóvenes y adultas, la lucha contra el analfabetismo, contra la exclusión y por el derecho a la educación universal y gratuita han sido su pasión. A esos temas ha dedicado su vida y por su trabajo ha sido condecorada y reconocida en muchas ocasiones.

Sin embargo, hay que resaltar que Miriam Camilo Recio no es una educadora y ya. Sería injusto. Miriam ha ejercido la pedagogía, su magisterio, desde una posición claramente transformadora de la sociedad, desde la cual denuncia el descuido del Estado y demás instancias del poder establecido; la exclusión de los sectores empobrecidos y la preterición de que han sido objeto, junto con aquellos sectores, los temas fundamentales de la educación, que no son otros que la liberación, la formación de la conciencia crítica y la transformación de las personas en sujetos realmente libres.

Miriam acaba de entregarnos su Decálogo por el Fortalecimiento de la Educación de Personas Jóvenes y Adultas (EPJA). Y lo ha hecho como decía Hostos que se hacen las grandes cosas: sin ruidos ni ceremonias. Lo ha compartido en su círculo de amistades (que  no es chiquito, dicho sea de paso, y que traspasa las fronteras dominicanas). Que con su anuencia ponemos a disposición de lectores y lectoras de ojala.do y que condensa de manera magistral y pedagógica muchos años de lectura y, sobre todo, muchos años de trabajo.

Mejor aún, nos dice que elabora y entrega ese Decálogo con la mira puesta en una ocasión muy especial para nuestra región: el centenario del inmenso educador brasileño Paulo Freire (1921-2021) para el cual se prepara toda Nuestra América y, precisamente, desde el recuerdo y la necesidad de permanente y urgente recuperación de ese legado, de ese compromiso, de esa práctica pedagógica revolucionaria. No podía ser más propicia la ocasión.

¡Bienvenido sea ese Decálogo por el Fortalecimiento de la Educación de Personas Jóvenes y Adultas! Que nos facilita tanto. Que más que un documento de estudio, de trabajo, es una guía breve para la acción constante y la actualización permanente que requiere la educación. ¡Enhorabuena, Miriam Camilo Recio!