Valdez, el apriete monetario y la credibilidad
Las autoridades del Banco Central, encabezadas por su gobernador Héctor Valdez, aumentaron el viernes pasado 50 puntos básicos a la tasa de interés de política monetaria, llevándola de 7.25% a 7.75%. El objetivo de esa medida es mantener ancladas las expectativas de inflación y lograr que la tasa de inflación, que en términos interanuales a junio se colocó en 9.5%, converja a la meta de 4%±1% dentro del horizonte de política monetaria.
La decisión del Banco Central es entendible. Dado el entorno económico internacional, caracterizado por las presiones inflacionistas provocadas por los coletazos del covid-19 y por la guerra en Ucrania, y vistos los aumentos de 75 puntos básicos de la tasa de interés de referencia realizado por la Reserva Federal la semana pasada y de 50 puntos básicos realizado por el Banco Central Europeo, es lógico que las autoridades monetarias dominicanas concluyesen que era conveniente elevar la tasa de interés de política monetaria para quitar presión a los movimientos de precios internos.
La Regla de Taylor, nombrada así por el famoso profesor de Economía de la Universidad de Stanford John Taylor, permite estimar la tasa de interés de referencia del Banco Central. La Regla de Taylor calcula el nivel de tasa de interés de política monetaria en función de la distancia entre la inflación observada (9.5%) y la meta (4%±1%), así como de la brecha del producto interno bruto, medida como la distancia entre el nivel del PIB actual y el nivel del PIB potencial.
En un reciente artículo publicado en el periódico El Caribe, el doctor Andrés Dauhajre, hijo, presentó algunos estimados que permiten señalar que la dirección de la tasa de interés de política monetaria para los próximos meses es claramente ascendente. De acuerdo con sus estimados, la decisión del Banco Central de aumentar la tasa de interés es correcta y oportuna, pues con una tasa de inflación de 9.5% se requiere tener un nivel de tasa de interés nominal superior al 7.25% que permita reducir el impacto de la inflación importada, así como de los efectos de segunda vuelta que se relacionan con la variación de la demanda de los agentes económicos.
La consistencia de la política monetaria es clave para la credibilidad en el peso dominicano. Las autoridades del Banco Central, con la adecuada y oportuna gestión de los agregados monetarios y de la tasa de interés, han logrado mantener la confianza de los agentes económicos en la moneda nacional. Esto se ha traducido en una apreciación de 5% con relación al dólar en lo que va de año, reduciendo así el impacto inflacionario proveniente del exterior. Al mismo tiempo, esa credibilidad favorece la expansión económica, que en el primer semestre del año alcanzó un 5.6%, superando la tasa potencial de 5%.