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Esta afirmación, parecería una verdad de perogrullo. Pero así ha sido. Unos perdieron empleo, perdieron el crédito, la salud, la ilusión. La vida.

Ha sido un año y medio difícil, para unos. 

Para saber de quien hay que ir en auxilio y la magnitud del estímulo, tenemos que abordar de manera científica, esta situación de calamidad y catástrofe sanitaria con impacto económico.

Desde marzo de 2020, se ha ejecutado un plan de alivio monetario que ha permitido liberar recursos para que el crédito le llegue a más personas, flexibilizado medidas para amortiguar el impacto. Medidas fiscales como exención del pago del anticipo. Políticas pasivas de empleo mediante las transferencias de FASE y PáTi, que han permitido contener un rápido deterioro de las condiciones de vida. 

Según datos del Banco Central de la República Dominicana, la economía ha crecido un 13.3% a junio de 2021, producto de una fuerte expansión en los sectores de la construcción, zonas francas, manufactura local, transporte y almacenamiento, minería y comercio.

Para diciembre de 2021, el Banco Central estima un crecimiento anual entre 9 y 10%. El Fondo Monetario Internacional, el 1 de julio de 2021, afirmó que la economía dominicana crecería un 5.5% en 2021.

Las medidas implementadas han permitido mantener la demanda de productos y servicios y que sectores económicos se hayan podido recuperar.

¿Serán suficientes? Cómo y porqué algunos sectores han tenido éxito en la recuperación? Veamos el largo plazo.

Las grandes empresas tienen recursos humanos y financieros para realizar estudios que le definan como competir y como sobrevivir ante este nuevo escenario provocado por la pandemia. Una microempresa, no.

¿Qué hacer con negocios que no pueden transformarse digitalmente? Un salón de belleza, por ejemplo.

¿Como apoyar lo local si lo local y pequeño no tiene recursos para digitalizarse, y el usuario tiene a Amazon al alcance? 

Como saben las 78,464 microempresas y 15,768 pequeñas empresas registradas en la TSS, a junio de 2021, ¿cuál es la compañía del futuro?

¿Las medidas financieras en los préstamos a la micro y pequeñas empresas tuvieron impacto a largo plazo o los negocios cerraron?

Para atenuar los daños causados, debemos: observar y analizar el problema, realizar ejercicios de medición de impacto, convocar a los sectores afectados, determinar las medidas de mitigación, desarrollar nuevos modelos de negocios y análisis de escenarios.

Estos cambios en la economía se están dando de forma acelerada. Tenemos que planificarlos. En buen dominicano, agarrar el toro por los cuernos.

Vamos a darle la mano a los que perdieron, por un tema de justicia.

Definitivamente, hay que preguntarse quiénes ganaron y quiénes perdieron para determinar estrategias y presupuestarlas.

Resulta vital que esto pueda ser llevado a cabo cuanto antes para contemplarlo en el Presupuesto del año 2022 que deberá presentarse antes del 31 de octubre de 2021.

Lilliana Rodríguez-Álvarez, economista especializada en finanzas, con máster en políticas públicas y sociales.