Una reforma tributaria distinta
La propuesta de reforma tributaria elaborada por el Ministerio de Hacienda -pero no divulgada por el gobierno- es considerada como un paquetazo tributario, que perjudica principalmente a la clase media. Ante esa preocupante realidad, es conveniente que se presente otra opción de reforma, lo cual haré aquí.
Me gusta la idea de bajar las tasas tributarias para aumentar los ingresos del gobierno. Ese es el principio de la teoría de Arthur Laffer, quien promovió durante el gobierno del presidente Ronald Reagan la reducción de las tasas impositivas. De acuerdo con sus planteamientos, el nivel de recaudaciones se incrementaría al reducir las tasas impositivas porque éstas eran tan elevadas que desincentivaban la actividad económica, reduciendo la base imponible. Según Laffer, si se reducían las tasas impositivas habría un aumento de la producción y del empleo, aumentando así la base imponible y las recaudaciones. En consecuencia, la reforma tributaria del gobierno de Abinader pudiera concentrarse en la reducción de las tasas impositivas, olvidándose de los aumentos propuestos, entre otros, de las tasas del impuesto sobre la renta de personas físicas y jurídicas o de las tasas del selectivo al consumo.
La reforma del 1992, ejecutada magistralmente por el presidente Joaquín Balaguer, permitió elevar las recaudaciones porque disminuyó la tasa del impuesto sobre la renta de un 73% a un 25%. Y la gente comenzó a pagar más impuestos. Las menores tasas impositivas elevaron el ingreso disponible, el consumo, la demanda agregada y el volumen de transacciones.
Menores tasas y la simplificación del sistema tributario también formalizarían más la economía. Por eso hay que fortalecer el régimen simplificado de tributación, lo cual contradice la propuesta presentada por el Ministerio de Hacienda que pretende reducirlo, llevando a muchas personas físicas a tener que tributar bajo la complejidad actual del impuesto sobre la renta. En vez de promover la formalidad, esa medida del paquetazo promoverá la informalidad y la evasión impositiva.
Impuestos razonables, donde todos paguen su parte, es la clave para un sistema impositivo más justo y mayor capacidad recaudatoria. Por eso hay que hacer que las empresas se formalicen y se reduzca la evasión. Lamentablemente, el paquetazo tributario propuesto por Hacienda va en camino opuesto.
Así las cosas, le recomendaría a los funcionarios y asesores del gobierno que se reúnan con el presidente Abinader y repasen sus planteamientos e ideas sobre la reforma tributaria, las cuales presentó magistralmente en una entrevista que ofreció desde un vehículo durante la pasada campaña electoral.
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