Un ejemplo de que en economía no hay comida gratis
[Escrito el 27 de diciembre de 2023]
La tasa de cambio del dólar estadounidense y el peso dominicano aceleró su ritmo de depreciación en la segunda parte del año. La pérdida de valor del peso frente al dólar se asocia al cambio de postura monetaria del Banco Central hacia una menos restrictiva a partir de finales de mayo. Esto confirma que en economía no hay comida gratis.
Entre el 30 de diciembre de 2022 y el 31 de mayo de 2023, la tasa de cambio pasó de 56.41 a 54.84 pesos por dólar, esa variación equivale a una apreciación del peso de 2.8%. Durante ese período el Banco Central luchaba fuertemente para reducir la inflación hasta colocarla en el rango meta. Después de haber alcanzado un pico de 9.6% en abril de 2022, la política monetaria restrictiva logró disminuir la tasa de inflación a 4.4% en mayo de 2023, colocándola dentro del rango meta.
El control de la inflación permitió que el Banco Central pudiese iniciar un cambio de postura de su política monetaria hacia una menos restrictiva. Ese cambio de política se justificaba en el hecho de que a abril de 2023 la tasa de crecimiento acumulada interanual de la actividad económica era de apenas 1.1%, equivalente a una quinta parte del crecimiento económico potencial. Las autoridades monetarias iniciaron una cruzada para acelerar la actividad económica mediante la disminución de la tasa de interés de referencia y la provisión de liquidez en más de 170 mil millones de pesos a través de los intermediarios financieros.
De acuerdo con las estimaciones del Banco Central, el Indicador Mensual de Actividad Económica aceleró su ritmo de crecimiento interanual promedio a 3.1% en los cinco meses comprendidos entre julio y noviembre de 2023. Esto equivale a poco menos de dos terceras partes del crecimiento del producto interno bruto potencial.
El éxito anterior ha tenido un costo cambiario y de reservas internacionales. Entre el 31 de mayo y el 26 de diciembre la tasa de cambio se depreció en 5.9%, subiendo de 54.84 a 58.08 pesos por dólar. De manera simultánea, en ese mismo período las reservas internacionales pasaron de 16,187 millones de dólares a 15,336 millones de dólares, para un descenso de 851 millones de dólares. A ese descenso se debe añadir también las reservas que se compraron en ese período por un monto cercano a los 1,800 millones y que también fueron absorbidas por los agentes económicos para satisfacer su demanda de divisas. Afortunadamente, el Banco Central ha sabido caminar sobre el filo de la navaja, manteniendo la estabilidad macroeconómica y ancladas las expectativas de inflación.