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¿Tan pronto? Sí. Ya se sienten los aires de Navidad. A mediados de octubre, las tiendas están inaugurando la Navidad. 

Tú, yo y muchos más nos dejamos emocionar por la magia de la época, por los chelitos extra que entran y nos disponemos a gastar con impulso. 

¿Arreglar la casa, pintarla, cambiar algunas puertas, arreglar el baño que está horrible, cambiar algunas matas y unas cosas en la cocina?

¿Y el arbolito de la Navidad? No puede faltar, porque anjá, ¿dónde van a poner Santicló y los Reyes Magos! 

Según un sondeo que realizó Proconsumidor en diciembre de 2016, el 57% de la población encuestada acostumbra a decorar su casa por las fiestas navideñas. 

Por lo cual, lo primero que debes hacer, antes de salir a comprar, es determinar qué tienes, de qué dispones y qué realmente te hace falta para no comprar de más.

No esperes a pensar qué harás con el salario 13, cuando lo debas enterito o te toque pagar la tarjeta de crédito en enero y no tengas un peso.

Si recibes salario 13, lo ideal sería que gastes como máximo el 50%, el resto ahórralo o utilízalo para crear o restaurar tu crédito, si tienes cuotas atrasadas en las tarjetas de crédito o préstamos.

La Covid-19 seguramente te ha enseñado la importancia de tener un Fondo de Emergencia para enfrentar cualquier imprevisto, así que es un buen momento para abrirlo.

También nos ha enfatizado en la necesidad de tener múltiples fuentes de ingreso para amortiguar los shocks imprevistos, por lo que abrir una cuenta de corretaje e invertir en el mercado de valores es una buena decisión para rentabilizar tus recursos.

Si no tienes atrasos en tus compromisos financieros, puedes estar pensando en aprovechar esos recursos para completar el monto necesario para aquel viaje que habías soñado en familia. Esto permitiría privilegiar la “experiencia” sobre muchos regalos. O para ir a eventos culturales en pareja y familia.

Tampoco hay que erogar grandes sumas para esa “experiencia”. Puedes estar atento/a a los eventos gratuitos que realizan las plazas comerciales, los clubes y las iglesias, que siempre organizan actividades en esa época y el monto a pagar en esos casos, sólo sería transporte y alimentos.

Si eres de las que sueles comprar por impulso, te sugiero que escondas tu tarjeta de crédito y sigas el ejemplo de los españoles, que para las compras de Navidad, prefieren utilizar la tarjeta de débito.

Compara precios del mercado y aprovecha las ofertas, del Black Friday por ejemplo, siempre y cuando esos productos estén en tu lista de regalos. 

Hacer lista de regalos siempre es beneficioso porque te permite determinar prioridades según el monto que tengas asignado para esos fines. Y eso incluye construir la lista de Santicló o los Reyes Magos, con tus hijos. 

Lilliana Rodríguez-Alvarez, economista especializada en economía con máster en políticas públicas y sociales.