¿Qué preocupa a la Reserva Federal?

23-09-2024
Economía y empleos
Diario Libre, República Dominicana
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La Reserva Federal, el banco central de Estados Unidos, inició el miércoles 18 de septiembre el ciclo de rebaja de su tasa de interés de referencia.

El ajuste inicial fue de 50 puntos básicos, lo cual sugiere que las autoridades monetarias intentan frenar el proceso de deterioro de las condiciones del mercado laboral y asegurar así el aterrizaje suave de la economía.  

Justo antes de que se anunciara la magnitud del ajuste de la tasa de interés, el mercado proyectaba con una probabilidad de 56% que se reduciría en 50 puntos básicos y con una probabilidad de 44% que sería rebajada en 25 puntos básicos.

Ambas estimaciones contrastaban considerablemente con lo que previsto el 11 de septiembre, cuando la razón de probabilidad era de 6 a 1 a favor de una reducción de 25 puntos básicos; es decir, para la fecha indicada se cuantificó una probabilidad de un 86% para el ajuste de 25 puntos básicos y de un 14% para la reducción de 50 puntos básicos.

¿Qué sucedió en el transcurso de una semana que llevó al mercado a anticipar una reducción de 50 puntos básicos en la tasa de interés?

Todo apunta a la filtración de que la Reserva Federal está preocupada por el efecto rezagado y variable de la política monetaria sobre la actividad económica y que, por tanto, podría provocar que la tasa de desempleo se coloque en los próximos meses muy por encima del nivel de pleno empleo.

Un repaso de las lecciones que sobre ese tema impartió en la Universidad de Chicago Milton Friedman, premio Nobel de Economía, basadas en su trabajo de investigación de 1961, «El retraso en el efecto de la política monetaria,» ayuda a comprender la inquietud de la Reserva Federal.  

Jerome Powell, presidente de dicha institución financiera, intentó minimizar el grado de preocupación de la Reserva Federal.

En su tradicional rueda de prensa, en diversas ocasiones indicó que la economía de Estados Unidos va por buen camino, con un mercado laboral saludable y que el recorte de 50 puntos básicos se aprobó para asegurar que la situación económica se mantenga igual.

De acuerdo con Powell, la institución que dirige solo está «recalibrando» la política monetaria para asegurar el aterrizaje suave, dado que la tasa de inflación se encuentra cerca de la meta del 2%.

Llama la atención, sin embargo, que en la rueda de prensa no mencionara los efectos rezagados y variables de la política monetaria, cuando en otras ocasiones ha utilizado reiteradamente el término «rezago».

Según Powell, la decisión de la Reserva Federal sobre la tasa de interés, aprobada por 11 de los 12 funcionarios con derecho a voto, se basó en las condiciones vigentes y en las expectativas económicas de Estados Unidos.

Respecto a la tasa de inflación, que se sitúa en términos interanuales al mes de agosto en 2.5%, se prevé que seguirá su trayectoria hacia la meta del 2%; objetivo que muy probablemente se alcanzará en 2025.

En cuanto al mercado laboral, con una tasa de desempleo del 4.2% en agosto, se espera que siga una tendencia ascendente en los próximos meses y cierre el año alrededor de 4.4%. A pesar de ser una tasa relativamente baja, es preocupante el aumento registrado con relación al 3.5% de julio del año pasado.

La tasa de interés real de política monetaria todavía se mantiene en territorio restrictivo. Si se asume que la tasa de interés neutral real es del 1% y que la expectativa de inflación está cerca del 2%, se obtiene como resultado que la tasa de interés nominal compatible con la tasa de pleno empleo y la estabilidad de precios es igual al 3%.

Dado que la tasa de interés actual de la Reserva Federal, tras el ajuste de la semana pasada, se sitúa en el rango de 4.75% a 5%, resulta probable que la demanda de consumo e inversión sufra una reducción, lo que a su vez repercutiría negativamente sobre la capacidad de creación de empleo.

Para mitigar el impacto recesivo, se prevé que en las reuniones de noviembre y diciembre la Reserva Federal apruebe dos rebajas adicionales a su tasa de interés de 25 puntos básicos cada una, de manera que esa variable cerraría el año en el rango que va de 4.25% a 4.5%.

Y, de acuerdo con la tabla de proyecciones de esa institución, en 2025 se aprobarán nuevos recortes por una magnitud de 100 puntos básicos.

Ese tipo de viraje monetario se lleva a cabo cuando se percibe en el horizonte el riesgo de que ocurra una recesión que podría derivar en un aumento del desempleo. Un escenario que Powell busca evitar.

La decisión de las autoridades monetarias estadounidenses es una buena noticia para la República Dominicana, ya que le ofrece al Banco Central mayores grados de libertad para poder ejecutar una política monetaria que permita alcanzar una menor tasa de interés con estabilidad macroeconómica.

En la próxima reunión de septiembre, es un evento casi seguro la reducción de 25 puntos básicos de la tasa de interés de política monetaria. Y, para apoyar el efecto hacia la baja del resto de las tasas de interés -activa y pasiva-, es muy probable que dicha medida se acompañe de un aumento de la liquidez.

El cambio de postura monetaria, que favorezca la demanda interna de bienes y servicios en el país, cobra una gran importancia en caso de que Estados Unidos desacelere su ritmo de crecimiento económico o sufra un aumento de la tasa de desempleo.

Conviene recordar la estrecha vinculación económica entre ambas naciones: el 83% de las remesas, el 38% de los pasajeros extranjeros que llegan por vía aérea y el 30% de la inversión extranjera directa proviene de agentes económicos residentes en Estados Unidos.

Todo ello se traduce en que por cada punto porcentual que se expande el PIB estadounidense, el PIB dominicano lo hace entre 1.7 y 2.2 puntos porcentuales. En definitiva, si Jerome Powell consigue que la economía de Estados Unidos vaya bien, la de la República Dominicana irá todavía mejor.

Según Powell, la decisión de la Reserva Federal sobre la tasa de interés, aprobada por 11 de los 12 funcionarios con derecho a voto, se basó en las condiciones vigentes y en las expectativas económicas de Estados Unidos.