Lecciones de la caída de Liz Truss
[Escrito el 20 de octubre de 2022]
Hoy renunció la primera ministra del Reino Unido Liz Truss. La presión creada por el fracaso de su propuesta de recorte de impuestos, que beneficiaba principalmente a los más ricos, fue demasiado para ella. No bastó la destitución de su ministro de Hacienda, Kwasi Kwarteng, tampoco fue suficiente que el nuevo ministro de Hacienda, Jeremy Hunt, echara hacia atrás esa reforma fiscal. Los mercados financieros, los políticos de oposición e incluso los miembros de su partido pidieron su cabeza. Y hoy la obtuvieron, convirtiéndose Liz Truss, electa el pasado 5 de septiembre, en la primera ministra del Reino Unido más efímera.
El choque de la política monetaria, que tiene como meta actual reducir la tasa de inflación que a septiembre se colocó en 10.1%, con una política fiscal que elevaría el déficit de las finanzas públicas fue percibido por los mercados como una grave inconsistencia de política económica. El resultado inmediato fue el aumento de la tasa de rendimiento de los títulos del Tesoro británico, lo cual redujo el valor de mercado de esos instrumentos financieros, deteriorando el valor de los fondos de pensiones.
Para evitar que colapsara el mercado de deuda pública, el Banco de Inglaterra tuvo que anunciar e iniciar la compra de títulos de deuda por la suma de 65 mil millones de libras esterlinas. Dado que esa medida elevaría la cantidad de circulante, los mercados percibieron que la tasa de inflación seguiría aumentando, haciendo más difícil el trabajo del banco emisor.
El caso de Liz Truss es una muestra del costo de la inconsistencia de la política económica, lo cual cobra una mayor importancia y sensibilidad en tiempos de crisis.
El margen de maniobra para países de economías en desarrollo es todavía menor. En 2022, las tasas de rendimiento de los títulos de deuda soberana han aumentado de forma significativa. En el caso de la República Dominicana, la tasa de rendimiento de los bonos soberanos a diez años era de 4.64% al inicio de 2022. Al 19 de octubre, títulos con ese horizonte de vencimiento tienen tasas de rendimiento que oscilan entre 8.92% y 9.01%. Esos datos confirman mis pronósticos que presenté hace unos meses sobre la tasa de rendimiento que se registrará hacia final de este año, entre 9% y 9.25%, y la que prevalecerá durante los primeros meses de 2023, entre 9.25% y 9.5%.
Para evitar que las alzas de esas tasas de rendimiento sean más acentuadas, el gobierno del presidente Abinader debe impedir que se le vaya de las manos el déficit del sector público, lo cual implica un férreo control de las finanzas del sector eléctrico. Espero que sea exitoso.