La Reserva Federal seguirá apretando, pero con cuidado
Las minutas de la más reciente reunión de la Reserva Federal, el Banco Central de los Estados Unidos, sugieren que seguirá el apriete monetario, pero con mucho cuidado. Esto implica que la tasa de interés de referencia, que se encuentra en el rango que va de 2.25% a 2.5%, seguirá subiendo en los próximos meses hasta asegurarse de que la inflación se reduzca hacia la meta del 2%. No obstante, lo funcionarios de la Reserva no quieren que ese ajuste sea excesivamente recesivo.
De acuerdo con esas minutas, que reflejan las discusiones internas que se llevaron a cabo cuando se decidió incrementar en 75 puntos básicos la tasa de interés de referencia en julio pasado, se deberá continuar el apriete monetario hasta que comience a reducirse el crecimiento económico, pero tomando en consideración los efectos acumulados de los 225 puntos básicos que han incrementado desde marzo de este año.
El mercado bursátil interpretó inicialmente el contenido de las minutas como un reflejo de la intención de la Reserva de continuar apretando, pero a un ritmo más lento. Esto significa que se le dará más probabilidad a que la tasa de interés aumente 50 ó 25 puntos básicos a que aumente 75 puntos básicos, tal como ocurrió en junio y julio recién transcurridos. De acuerdo con el Wall Street Journal, la probabilidad de que aumente 50 puntos básicos se colocó hoy en 59.5%, mientras que la probabilidad de que se incremente en 75 puntos básicos se situó en 40.5%.
Al final del día los mercados cerraron a la baja, pero pudo ser peor. El Dow cayó 0.5%. El S&P 500 retrocedió 0.7%. Y el Nasdaq descendió 1.3%. Ya se verá mañana, con la evolución de los precios de las acciones y del rendimiento de los títulos del Tesoro, si el mercado piensa que, a partir de ahora, el apriete monetario seguirá siendo menos agresivo o si se colocará sobre la mesa en la reunión de septiembre la posibilidad de que se lleve a cabo un aumento de 75 puntos básicos en la tasa de interés de referencia.
Para la República Dominicana esa es una información clave, pues se traduce inmediatamente en una variación, hacia arriba o hacia abajo, de la tasa de rendimiento de los bonos soberanos.