La inversión pública sigue muy lenta

28-04-2023
Economía y empleos
Jaime Aristy Escuder Blog, República Dominicana
Compartir:
Compartir:

[Escrito el 25 de abril de 2023]

En los próximos días el Banco Central publicará el crecimiento interanual del Indicador Mensual de Actividad Económica a marzo. El promedio de los dos primeros meses del año fue de 1.1% y se prevé que el pasado mes haya mantenido un ritmo de crecimiento muy por debajo del potencial del 5%. Lamentablemente, la política de inversiones públicas está haciendo poco para revertir la tendencia hacia la desaceleración de la economía dominicana.

Debe destacarse que, en términos del PIB, los 155,175 millones de pesos de gasto de capital presupuestado equivalen a solo 2.3%, una cifra considerablemente baja para un país en desarrollo que requiere de la ejecución de importantes proyectos de infraestructura para su expansión de largo plazo.

Lamentablemente, entre el 1 de enero y el 14 de abril de este año, el gasto de capital apenas superó los 33 mil millones de pesos. Si se anualiza ese monto se tiene que se ejecutaría alrededor de un 25% menos de lo que se presupuestó. En otras palabras, en términos del PIB sólo se estaría ejecutando un 1.7%, una cifra incompatible con lo que se necesita para que la economía pueda crecer en el entorno del 4.2% que desea el gobierno dominicano y proyecta el Fondo Monetario Internacional para este 2023.

Las autoridades gubernamentales encargadas del área de la construcción tienen una gran responsabilidad, pues a diferencia de otras entidades públicas, la ejecución de su presupuesto se traduce en mayor capacidad de crecimiento de largo plazo. El gasto de capital público complementa la inversión privada, favoreciendo la creación de puestos de trabajo. Esto se traduce en mayores ingresos laborales y, en consecuencia, menor pobreza.

Si esas entidades públicas no reaccionan positivamente, y dado el entorno internacional caracterizado por la desaceleración económica, la única opción disponible para que la economía pueda crecer en el entorno del 4% es que en la segunda parte del año se flexibilice la política monetaria. Y para eso se requieren algunas condiciones que comenté ayer y que si se cumplen sirven para pronosticar que, a más tardar a julio, el Banco Central comience a reducir su tasa de interés de referencia, que haría bajar las tasas de interés activa y pasiva. Así se reanimaría la inversión y el consumo del sector privado. De lo contrario, se pueden olvidar de un crecimiento económico del 4%, pues en función de los resultados hasta la fecha y dada la coyuntura internacional luce optimista y difícil de lograr.