Todos aspiramos a tener una buena salud financiera y es que, tener la capacidad de cubrir nuestros gastos, afrontar cualquier imprevisto y realizar planes para el futuro, nos genera una tranquilidad incomparable.

El bienestar financiero es parte integral del ser humano, pues tener las finanzas en orden favorece la salud mental y también la física, en la medida en que podemos cubrir gastos e invertir en soluciones que promueven nuestro bienestar físico.

Así, podemos hacer una analogía y, de la misma manera en que realizamos consultas médicas y estudios clínicos para evaluar nuestro estado de salud física, es importante evaluar algunos indicadores para determinar el estado de nuestra salud financiera.

En principio, podríamos pensar que la salud financiera se relaciona estrictamente con la cantidad de ingresos que recibimos, pero lo cierto es que ésta depende fundamentalmente de la capacidad de gestionar los compromisos regulares, situaciones inesperadas, de ahorrar y de planificar nuestro futuro. De modo que, con planificación, compromiso y constancia, es posible lograr una buena salud financiera en el estrato de ingresos en que te encuentras.

Si te preguntas, ¿cómo saber si tienes realmente una buena salud financiera? Te cuento que puedes evaluar tu posición frente a algunos indicadores, que te permitirán medirla, además de hacer cambios en tu economía personal para evitar problemas en el futuro.

A continuación, te explico:

1. Tus gastos son menores que tus ingresos

Si seguiste mis recomendaciones para organizar tus finanzas personales y elaboraste tu presupuesto, debes tener claro el monto de tus ingresos y gastos mensuales. Si al final del mes resulta que tus ingresos son mayores que tus gastos, esto es un indicador de que tienes buen control de tus finanzas y te estás manejando bien. De hecho, esto indica que tienes capacidad de ahorro y puedes afrontar mejor los imprevistos, así que aprovecha y destina ese dinero a tu fondo de emergencias, al de ahorro o inviértelo para potenciar tu bienestar financiero.

2. Pagas sin retrasos la totalidad de tus facturas y compromisos financieros

Cumplir con tus compromisos regulares y obligaciones financieras en los plazos acordados es un indicador de buena salud financiera, que muestra tu capacidad de gestionar tus finanzas y la fortalece, ya que al pagar tus facturas y deudas a tiempo evitas comisiones por retrasos y cargos por intereses que podrían perjudicar tu bienestar financiero.

Recuerda que tu objetivo debe ser siempre pagar tus servicios y deudas antes de la fecha establecida y, en el caso de las tarjetas de crédito, si estimas que no podrás pagar la totalidad del balance al corte, es recomendable pagar la mayor cantidad que puedas, lo antes posible, para generar menos intereses por financiamiento.

3. Tienes un buen historial crediticio

Este indicador se relaciona con el anterior, pues en la medida en que pagues tus facturas y compromisos financieros en los plazos establecidos acumularás un mejor puntaje o score crediticio.

Tu historial crediticio refleja si cumples con tus pagos a tiempo, si has tenido problemas con algunas deudas, si sabes manejarte bien con los préstamos pagándolos en las fechas indicadas, si tienes problemas de sobreendeudamiento o si alguna de tus deudas ha sido castigada. Consulta y monitorea continuamente tu historial crediticio, recuerda que es tu carta de presentación antes las entidades bancarias.

4. Tienes un buen fondo de emergencias

El fondo de emergencias es el colchón financiero que te permite hacer frente a gastos imprevistos. Cuando gestionas adecuadamente tus finanzas, de manera que tus ingresos superen tus gastos mensuales, puedes ir construyendo tu fondo de emergencias, que también funciona como una previsión para el futuro, sea para afrontar gastos asociados a la salud o ante un eventual período de desempleo. Anteriormente hemos planteado que contar con un fondo para cubrir tus necesidades por seis meses o más es una excelente medida para aliviar tu carga financiera si tienes que enfrentar eventos inesperados.

5. Mantienes un nivel de deuda sostenible

Si tus niveles de deuda se ajustan a tus ingresos y capacidad de pago, es muy probable que no te afecten comisiones y cargos por pagos atrasados. Para esto es importante que te mantengas informado sobre las condiciones de los créditos tomados y que manejes adecuadamente tus tarjetas de crédito. Recuerda que, si el dinero no te alcanza, pedir más dinero prestado sólo empeorará tu situación, por lo que debes detener el aumento de la deuda y nivelar tu presupuesto, eliminando los gastos innecesarios.

6. Cuentas con seguros apropiados

Contratar seguros te otorga cierta protección ante imprevistos que pudieran representar un problema financiero. Por ejemplo, ante una situación de salud, los gastos podrían hacer que tengas que endeudarte o, peor aún, podrías enfrentar limitaciones para obtener una atención oportuna y adecuada; y si te accidentas tendrás que asumir los gastos necesarios. Evalúa las diferentes opciones del mercado y opta por una póliza que te ofrezca el nivel de cobertura que necesitas y que su costo se ajuste a tu presupuesto.

7. Tienes un plan financiero para el futuro

Si bien el futuro es incierto, la planificación es un elemento clave para el manejo adecuado de las finanzas. Planificar te permite estructurar tus gastos, prever fuentes de ingresos y ahorrar, lo que te dará tranquilidad, seguridad financiera y te ayudará cumplir metas individuales o en familia y afrontar retos, preparándote para tener un mejor futuro y para tu retiro.

Desde esta columna, entendemos que la salud y el bienestar financiero debe estar al alcance de todos y, con este objetivo, nos enfocamos en aportar orientación y soluciones que apoyen a nuestros lectores en la construcción de su plan financiero presente y para el futuro.

Para lograr una buena salud financiera se requiere de compromiso y constancia.

Compromiso para asumir con responsabilidad nuestra situación financiera, para informarnos e implementar medidas para mejorar y tomar control de tus finanzas. Constancia para tomar decisiones acertadas, en función de las prioridades definidas y, en la mayoría de los casos, evitando elegir con base en deseos y entusiasmo del momento, si esto atenta contra nuestros objetivos financieros.

La salud financiera requiere organización, compromiso y disciplina, ve construyendo a tu ritmo, establece objetivos financieros concretos y realistas, procurando siempre tu bienestar integral.

Estimado lector, a continuación, te dejo los enlaces de algunos de los artículos de esta columna que pueden apoyarte en los procesos de cambio y gestión de tu económica personal para lograr una buena salud financiera. Aprovecha el asueto de Semana Santa y dedica tiempo para mejorar tus finanzas.

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