El último de la fila comienza su apriete monetario

13-06-2022
Anjá | Economía y empleos
Jaime Aristy Escuder Blog, República Dominicana
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El Banco Central Europeo anunció que en su reunión de julio aumentará en 25 puntos básicos su tasa de interés de referencia y dejó entrever que en la de septiembre pudiese acelerar el aumento a 50 puntos básicos. El objetivo de ese, muy rezagado, aumento de la tasa de interés de política monetaria es reducir la inflación que en términos interanuales a mayo se colocó en 8.1%.

De esa forma, el Banco Central Europeo se convierte en el último de la fila de los bancos centrales que han decidido, acertadamente, aumentar sus tasas de interés para reducir las presiones inflacionarias. Ese cambio de postura monetaria, de una marcadamente expansiva a una neutral -o restrictiva- es clave para mantener ancladas las expectativas de inflación alrededor de la meta. En el caso de la eurozona, conformada por 19 países que comparten el euro como moneda común, la meta de inflación es 2%, lo cual sugiere que el esfuerzo monetario para recuperar la estabilidad de precios será significativo.

Ante la información de que en septiembre se podría acelerar el ajuste de la tasa de interés de referencia, la tasa de rendimiento de los títulos soberanos de los países miembros de la eurozona aumentó, esto es equivalente a una pérdida de valor de los títulos actualmente emitidos. En Alemania, el bono a diez años subió en 8 puntos básicos, llegando la tasa de rendimiento a 1.43%. En Italia, el bono a diez años subió 16 puntos básicos, colocándose la tasa en 3.61% y la tasa de España subió a 2.62%. Esos movimientos de las tasas de rendimiento reflejan el impulso que se espera tenga en la tasa de interés de equilibrio la decisión del Banco Central Europeo de iniciar su apriete monetario a partir de julio.

Ese organismo monetario debe evitar que la brecha entre las tasas de rendimiento de los títulos emitidos por los países miembros de la eurozona no aumente significativamente. Obsérvese que en el caso de los bonos a diez años, la diferencia entre las tasas de rendimiento de los títulos alemanes e italianos es de 2.18%, la cual es considerada excesivamente grande. El aumento de la brecha de tasa de interés lleva a recordar el período 2012-2013, en el cual se registraron fuertes aumentos del costo del endeudamiento público en Italia, Grecia, Portugal y España, y fue necesario hacer lo hasta imposible para mantener el euro como moneda común en esa importante zona del mundo desarrollado.