De lo monetario a lo fiscal
El gobierno quiere que la economía dominicana crezca un 3% en el año 2023. El Banco Central, después de haber reducido la tasa de inflación al rango meta, inició desde finales de mayo un cambio de postura monetaria para estimular la demanda agregada y así aumentar el ritmo de crecimiento económico. A partir de ahora le toca a la política fiscal adoptar acciones que expandan el producto interno bruto.
La semana pasada el Banco Central decidió hacer una pausa en el proceso de reducción de la tasa de interés de política monetaria, dejándola en 7.5%. Cabe recordar que en mayo de este año esa tasa se situaba en 8.5%, lo cual implica que se ha reducido en 100 puntos básicos además de haberse liberado más de 120 mil millones de liquidez. La reciente decisión de las autoridades monetarias dominicanas se explica por la intención de la Reserva Federal de seguir aumentando su tasa de interés de política, situándola antes de que termine el año en el rango que va de 5.5% a 5.75%.
Dado que la diferencia entre las dos tasas de interés de referencia, la de Estados Unidos y la dominicana, sería considerablemente menor al 4.5% que se ha registrado como promedio desde diciembre de 2005, la decisión del Banco Central de hacer una pausa en la disminución de su tasa de interés es muy prudente. Estoy convencido de que cuando desaparezca la incertidumbre que provoca la “bipolaridad monetaria” que exhibe la Reserva Federal, las autoridades monetarias dominicanas seguirán reduciendo su tasa de interés.
En lo que desaparece esa perturbación proveniente de Estados Unidos, las autoridades dominicanas deberían utilizar la política fiscal para estimular el crecimiento económico. Al 22 de septiembre, el nivel de gasto de capital ejecutado equivale en términos anualizados a 1.8% del PIB. Esa cifra está por debajo del 2.3% del PIB que se presupuestó por ese concepto a finales de 2022 para ser ejecutado en 2023 y es mucho menor que el 2.8% del PIB al que se subió en el presupuesto complementario. Esto confirma que hay recursos presupuestados disponibles para acelerar significativamente la inversión pública en el último trimestre de este año.
El aumento del gasto de capital o inversión pública ayudaría a que el PIB crezca en un nivel más cercano al 2.5% que al 2%, que según mis cálculos es actualmente la tasa de crecimiento económico con mayor probabilidad de ocurrencia. La tasa de crecimiento de 3% que las autoridades gubernamentales habían proyectado para 2023 requeriría un crecimiento del indicador mensual de actividad económica superior al potencial entre septiembre y diciembre, lo cual tiene una probabilidad de que ocurra cercana a cero.