Conocimientos, comportamientos y actitudes

05-07-2021
Economía y empleos
Ojalá, República Dominicana
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Tomando en cuenta que la inflación interanual a mayo de 2021, se coloca en 10.48%, es importante que construyas tu presupuesto o actualices el que tengas, para que ese aumento de precios, pueda ser compensado en una reducción en ese mismo porcentaje, en otras partidas del presupuesto.

Este tema me recordó la Encuesta de Cultura Económica y Financiera del BCRD (2014) que identificaba “Construir un Presupuesto” como uno de los tres principales aspectos en que deseaba la población adquirir conocimientos financieros. 

También me acordó la Encuesta Internacional de Alfabetización Financiera Adulta (INFE) de la OECD (2020), que toma en cuenta tanto los conocimientos, comportamientos como las actitudes del usuario para definir los niveles de alfabetización financiera de 26 países. 

Los conocimientos se relacionan con el nivel de comprensión sobre los conceptos financieros. Como por ejemplo, entender lo que significa la inflación, el valor del dinero en el tiempo, comprender las diferencias entre las tasas de interés simples y compuestas, el riesgo y la diversificación.

Los comportamientos se refieren a la forma en que compras mercancías y contratas los productos de crédito y de ahorro comparando o no con los que existen en el mercado, si tomas prestado para mantener un nivel de gasto superior a lo que ingresas, si le das seguimiento a tu flujo de caja o si previenes los gastos innecesarios.

Las actitudes se refieren a aquellas tomadas hacia el dinero y la planificación del futuro: “vivo el presente y no pienso en el futuro”, “el dinero se hizo para gastarlo no para ahorrarlo para cuando yo no esté con vida”.

Estos tres componentes deben incluirse en un programa de educación financiera.

Necesitas como usuario contar con las herramientas que te permitan adquirir mayores conocimientos, mejorar comportamientos y actitudes hacia el dinero y planificación, para tomar efectivas decisiones. 

Además, para producir cambios duraderos, los programas de educación financiera, deben ir más allá de lo informativo, invitarnos como usuarios a tomar acción y a la reflexión, elaborados en un lenguaje llano y con imágenes que llamen la atención y personalizados, preferiblemente, según la situación financiera.

Existen iniciativas globales y de países, que invitan al usuario a interactuar con la plataforma. Estructuran programas de educación financiera con problemas a resolver y diseñan folletos que contienen preguntas como:

  1. ¿Pudieras comprar más o menos, con 100 pesos a una tasa de interés del 2% anual, si la inflación es de un 4%?
  2. ¿Pagarás menos, más o misma cantidad de intereses si tomas un préstamo a 15 o 20 años?

Hay interesantes programas de educación financiera en Perú, Nueva Zelanda y Armenia. Si quieres continuar leyendo sobre educación financiera, entra a las páginas de la Superintendencia de Bancos, Seguros y Pensiones de Perú, New Zealand’s Commission for Financial Capability y el Banco Central de Armenia.

Lilliana Rodríguez Álvarez (Santo Domingo, 1982), economista especializada en finanzas, con máster en políticas públicas y sociales.