Condicionantes de la próxima reunión del Banco Central
[Escrito el 25 de septiembre de 2023]
El Banco Central de la República Dominicana ha logrado colocar la inflación dentro de su rango meta, reduciéndola de un pico de 9.64% registrado en abril de 2022. Alcanzado ese objetivo, el organismo emisor ha iniciado desde junio de este año un cambio de postura de la política monetaria para estimular el crecimiento económico.
En las reuniones de política realizadas entre mayo y agosto se redujo la tasa de interés de referencia en 100 puntos básicos, colocándola en 7.5%. Simultáneamente se liberó liquidez por más de 100 mil millones de pesos para acelerar el mecanismo de transmisión monetaria y presionar hacia abajo la tasa de interés activa.
Ese cambio de postura de la política monetaria busca incrementar la inversión y el consumo del sector privado y acelerar el crecimiento del producto interno bruto. Esto es comprensible, pues al mes de julio el crecimiento económico promedio se situó en 1.2% y, a pesar de que el gobierno desea alcanzar un crecimiento del 3%, se pronostica con mayor probabilidad que cerrará el año entre 2.1% y 2.5%; muy lejos del 5% anual que crece en promedio la economía dominicana.
En la reunión de política de septiembre el Banco Central enfrentará algunas restricciones importantes.
La Reserva Federal de Jerome Powell ha dejado claro que aumentará una vez más la tasa de interés de referencia en este año, llevándola al rango que va de 5.5% a 5.75%. Esto significa que la tasa promedio sería de 5.6%, nivel que al compararlo con el 7.5% actual de la tasa de política monetaria del Banco Central arroja una diferencia de solo 1.9%. Históricamente la diferencia promedio entre ambas tasas de interés es igual a 4.5%. Si el Banco Central decidiera bajar 25 puntos básicos en su reunión de septiembre -o en cualquier otra reunión antes de finalizar el año- la diferencia entre las dos tasas de referencia sería de 1.65%. Ese sería un nivel menor que el mínimo que se registró en 2007 que fue de 1.75%.
Las autoridades monetarias dominicanas deben tomar en consideración que la Reserva Federal mantendrá elevada su tasa de referencia por más tiempo de lo que se pensaba hace unos meses. De acuerdo con las proyecciones más recientes, en 2024 la tasa de interés de referencia de Estados Unidos se mantendrá en 5.1%, estableciéndose un piso a la tasa de política del Banco Central que deberá ser por lo menos igual a 7.25%.
El aumento de los precios de los combustibles que se observa desde principios de julio es otra restricción que condiciona al Banco Central. Entre julio y septiembre el precio del crudo ha aumentado en más de 30%, lo cual ha estado incrementando la inflación importada. Aun cuando el gobierno gaste 800 millones de pesos a la semana subsidiando los precios de los combustibles en el mercado nacional, la inflación doméstica tendrá una presión hacia arriba debido al empuje de precios de otros productos importados que sí enfrentarán un aumento de costos.
Así las cosas, lo más recomendable es que el Banco Central se concentre en mantener ancladas las expectativas de inflación y la inflación dentro de su rango meta. Alcanzar un determinado objetivo de crecimiento económico no debe ser una meta de las autoridades monetarias y menos si se toma en consideración el impacto negativo que tendrá en los próximos meses la disminución de las exportaciones hacia el territorio haitiano.